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Gerentes les impiden realizar sus compras

Prácticas discriminatorias en supermercados hacia ancianos y embarazadas

Algunas plazas comerciales están convertidas en verdaderos búnkers // Tablas y vallas impiden el paso

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▲ Los centros y plazas comerciales por la contingencia nacional sanitaria. Elementos de la SSC vigilan afuera de Reforma 222.Foto Pablo Ramos
 
Periódico La Jornada
Lunes 27 de abril de 2020, p. 34

La aplicación de la fase 3 de la contingencia sanitaria en la Ciudad de México ha generado políticas discriminatorias contra adultos mayores y mujeres embarazadas, a quienes no se les permite ingresar en algunos supermercados a realizar sus compras; mientras, plazas comerciales se han convertido en edificios blindados o búnkers.

Consumidores denunciaron que en la tienda Costco de Villa Coapa, ubicada en Tlalpan, fueron clausu rados los espacios exclusivos para discapacitados y personas de la tercera edad, con los propios carritos de la tienda.

Una anciana minusválida preguntó a los empleados y acomodadores por qué estaban obstruidos esos lugares preferenciales, y su respuesta fue que el gerente lo había dispuesto así, debido a la contingencia sanitaria, comentaron.

Mientras, en un establecimiento de la cadena Superama, en Benito Juárez, este fin de semana los empleados, por medio de perifoneo, daban explicaciones ambiguas o contradictorias para limitar el acceso a la tienda de adultos mayores y embarazadas.

Una preguntó: ¿Cómo vamos a comprar lo que necesitamos, si no nos dejan entrar. Confundido, un vigilante del establecimiento le dijo que sí pueden entrar, pero bajo su responsabilidad, a lo que la persona respondió: Siempre lo hacemos así.

En un recorrido por las plazas comerciales Reforma 222, Parque Lindavista, Manacar, Insurgentes y Universidad, así como Pabellón Insurgentes y Del Valle, se observó que los negocios de actividades no esenciales se mantienen cerrados.

El ingreso a sus instalaciones está tapiado con tablas o vallas metálicas y sólo se permite la entrada de una persona por familia, con cubrebocas obligatorio, la cual deambula por pasillos en penumbra, aparadores vacíos y zonas delimitadas.

A diferencia de cualquier domingo anterior a marzo, cuando desde temprano arribaban familias completas a desayunar y durante el día aumentaba su afluencia por la exhibición de películas, hoy están vacías.

Únicamente los cajeros automáticos, las tiendas de mascotas, los servicios de telefonía y algunos restaurantes y locales de áreas de comida rápida ofrecen su servicio para llevar, por lo que jóvenes que prestan sus servicios en Rappi o Uber Eats son los únicos clientes.

Los empleados de algunos de esos establecimientos se turnan las jornadas de trabajo cada semana o cada tercer día para evitar la propagación del coronavirus, lo cual ha reducido sus ingresos, pero lo importante es tener trabajo, porque después de esto quién sabe qué vaya a pasar.