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Celebran comicios en Wisconsin, pese a crisis de salud
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 8 de abril de 2020, p. 29

Nueva York. En medio de una pandemia y contra las recomendaciones de expertos en salud pública y de algunos líderes demócratas, ayer se realizaron elecciones primarias y locales en Wisconsin, el único estado con elecciones programadas para este mes que decidió no postergarlas.

En una decisión que obviamente beneficia a los republicanos, ya que el efecto de la pandemia será suprimir el voto en general, como aparentemente para la la candidatura de Joe Biden –ya que no se sumó al llamado de su contrincante por la nominación presidencial demócrata, Bernie Sanders, de postergarlas– la primaria y varias contiendas locales se realizaron en medio de acusaciones de que fue una decisión irresponsable que pone en riesgo la salud de los ciudadanos.

La gente no debería tener que decidir entre votar o enfermarse. Esa no es una buena opción para nadie en una democracia, declaró la presidenta de la cámara baja del Congreso y la demócrata electa más poderosa del país, Nancy Pelosi.

La pugna en Wisconsin, estado clave en el mapa electoral para ambos partidos, se decidió a último momento luego de que el gobernador demócrata, Tony Evers, emitió una orden ejecutiva postergando el ejercicio hasta junio, pero líderes legislativos republicanos lograron que la Suprema Corte estatal emitiera un fallo anulando la orden del gobernador, y el lunes el máximo tribunal, con su mayoría conservadora, falló cinco contra cuatro a favor del deseo de los republicanos.

Así, este martes procedió la primaria con largas filas, en parte por mantener la sana distancia y en ciertos lugares por la falta de casillas. Por ejemplo, en la ciudad principal de Milwaukee, bastión demócrata del estado, sólo abrieron cinco en lugar de las 180 que estaban programadas.

En algunos lugares, para los ciudadanos del estado el acto de votar implicaba una decisión entre cumplir con un deber cívico y arriesgar la salud pública. Al llegar a las casillas, los trabajadores y voluntarios electorales daban la bienvenida detrás de mascarillas, guantes y plástico cubriendo su ropa.

Más aún, los resultados no se conocerán –por orden de uno de los fallos judiciales de última hora que provocaron cierto grado de caos en el proceso– hasta el 13 de abril. El resultado, por las condiciones en que se llevó a cabo este ejercicio, será cuestionado, si es que no calificado de ilegítimo.

La pandemia del coronavirus ha puesto patas arriba todo el proceso electoral este año, y varios estados han postergado sus primarias mientras hay serias dudas sobre la realización de las convenciones nacionales de los partidos en el verano, e incertidumbre por la culminación del proceso en noviembre, ni hablar de cómo el tema de la pandemia definirá esta elección.

De hecho, los comicios presidenciales que habían ocupado las primeras planas desaparecieron como otra víctima de la pandemia y la clausura de la actividad cotidiana en casi todo el país. De repente tuvieron que suspender los actos públicos de campaña, los incesantes viajes de los candidatos por el país, y el enfoque nacional por ahora no está en una contienda, aun si el manejo desastroso de esta pandemia es resultado directo de la última elección.