Londres. El aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio a 2021 debido a la propagación del Covid-19 es una buena noticia para los patrocinadores, que prefieren esperar a mejores días, señaló Martin Sorrell, miembro de la comisión de comunicación del Comité Olímpico Internacional.

Los patrocinadores prefieren el año próximo en cualquier caso, teniendo en cuenta el caos actual. Esta crisis no tiene equivalente, la única comparación posible es con los periodos de guerra, manifestó Sorrel en entrevista telefónica.

Debido a la pandemia de coronavirus y bajo presión en las recientes semanas, el COI decidió el martes aplazar los Juegos, que debían celebrarse en Tokio del 24 de julio al 9 agosto, lo nunca visto en tiempos de paz.

Para Sorrell, las preguntas que surgen son numerosas, comenzando por el calendario y la disponibilidad de las infraestructuras, pero tiene confianza en la organización.

Para los patrocinadores, que han pagado cientos de millones de dólares para estar asociados al mayor acontecimiento deportivo del mundo, los tiempos que vienen serán duros, como para la economía en general.

“He vivido varias recesiones en mi vida, el shock del petróleo en los años 80, la burbuja de Internet en 2001, la crisis financiera de 2008... Nada ha sido tan rápido como esto”, añadió el ejecutivo, uno de los fundadores del gigante de la comunicación WPP, que dejó en 2018.

El segundo trimestre de este año será muy difícil (para las empresas), el tercero un poco menos y el cuarto un poco mejor, por lo que habrá algunos síntomas de recuperación en el momento en el que los Juegos se celebren, estimó.

El peso de los patrocinadores del COI es a menudo sobrestimado, explicó Martin Payne, antiguo director de mercadotecnia del organismo.

Decisiones deportivas, no comerciales

No es cierto que las tomas de decisión en el seno del COI sean guiadas por los socios comerciales, dijo el irlandés de 62 años, quien durante sus 20 años en el puesto abrió las puertas a los patrocinadores. Las decisiones se toman 100 por ciento en función de las consideraciones deportivas, insistió.

Convertirse en miembro el programa de patrocinadores olímpicos (TOP), creado en 1985 por el COI, no está al alcance de cualquiera.

Su decena de miembros, entre los que se encuentran Coca Cola o General Electric, han invertido más de 100 millones de dólares para convertirse en patrocinadores oficiales de los Juegos de Tokio.

El COI aseguró que todos los patrocinadores, entre ellos los que terminan su vínculo a finales de 2020, serán extendidos hasta los Juegos del próximo año, señaló Terrence Burns, antiguo responsable de mercadotecnia del COI y ahora vicepresidente de Engine Shop, agencia de estrategia de marca que aconseja, entre otros, al asegurador alemán Allianz sobre su patrocinio con la instancia olímpica.

Los conceptos fundamentales en esta situación extraordinaria serán la flexibilidad y la igualdad. Los acuerdos de patrocinio olímpicos son precisos en la utilización de elementos protegidos por la propiedad intelectual; serán necesarios cambios, pero no veo ningún punto de dificultad mayor, continuó.

Una vez que la crisis pase, los Juegos regresarán con una mayor dimensión emocional.

En los Juegos, al menos para mí, el optimismo y la esperanza cuentan tanto como el deporte. Si la crisis mundial del coronavirus se controla o se termina el próximo año, creo que los Juegos serán una celebración única y formidable de la humanidad y su triunfo, concluyó.