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Covid-19: tiempos de lucha y solidaridad

C

ientíficos y especialistas anticiparon, antes de la instalación y propagación del coronavirus en la provincia china de Wuhan, de las graves consecuencias del cambio climático en el planeta, del desequilibrio en la reproducción natural de animales, legumbres y cereales y sus dañinas consecuencias para la alimentación de los seres humanos.

Las principales hipótesis, derivadas de estudios documentados y científicos, apuntan a que el Covid-19 se propagó por medio de especies que eran portadoras del virus y que al consumirse por los habitantes de Wuhan, éste logró instalarse en ellos, con consecuencias diversas, dependiendo de la resistencia del sistema inmunológico de cada uno. Esta realidad que vivimos es resultado de la irrefrenable sed de ganancia en el capitalismo y su empoderamiento en el manejo y decisiones de gobiernos que han provocado que la mayor parte de la humanidad viva en su peor condición de fragilidad y vulnerabilidad.

Este enemigo sin rostro visible y fatal, el Covid-19, nos obliga a reclusión y aislamiento físico. Aprovechemos esta adversidad protegiendo nuestra salud y ánimo con el trabajo temprano y cotidiano, realizando alguna actividad física, lecturas, escuchar música, pintar, leer poemas, comunicarnos, cocinar, limpieza de la casa, reír y llorar también con rabia por todos los que, sin culpa, se fueron para no volver, pero que siempre estarán en nuestras vidas, corazón y pensamientos.

Francisco Colmenares

Naturaleza poética en plena pandemia

El dólar a 25 pesos, la Bolsa Mexicana de Valores se cayó, se perderán millones de empleos y la economía parece colapsar. Todos en aislamiento, sitiados por un virus invisible que amenaza nuestra vida. La sana distancia es de cuatro metros. No abrazos, no caricias y no besos.

En el jardín de mi casa, seis pajaritos alborotan la tarde, se bañan en la fuente de mi estanque y disfrutan de una cazuela llena de alpiste. Por el escándalo que arman, me los imagino compartiendo los chismes del día. Se empujan, se tocan, discuten, comen, salpican todo, y se van.

No sé si tienen casa o se quedan donde les sorprende la noche. Ninguno se declaró dueño de la cazuela. No los vi llenar bolsas para la necesidad de mañana, ¿se enferman? ¿Dónde van cuando eso ocurre?

Buda vivió intentando ser como ellos y el Nazareno los puso de ejemplo. En la evolución de las especies, ¿nosotros vamos hacia ellos o ellos hacia nosotros?

Al final, todo quedó en silencio y sólo cáscaras en la cazuela.

Detrás de las montañas de Tepoztlán, el cielo se encendió con pinceladas de fuego, dejando el hermoso mural efímero de un atardecer. El telón bajó y las estrellas empezaron a sonreír, parpadeando; la sonrisa siempre es contagiosa y sonreí con ellas, mientras un grillo solitario, perdido en la noche, comparte su canto, invitando al amor.

Carlos Noriega Félix, El Almanauta

Desprotegidos en el IMSS

Por este conducto me permito comunicar los hechos que están ocurriendo en el Hospital Regional Número 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Tijuana, Baja California, y solicito que esta denuncia se publique en el Correo Ilustrado.

Los médicos y enfermeras no cuentan con el equipo ni material de protección necesario para atender a los casos de probable Covid-19, lo cual pone en riesgo a ellos y a sus pacientes.

No disponen aún de protocolos para recibir a personas con síntomas del virus. Cuando llega un paciente sospechoso de tener este padecimiento es ingresado a una cama que no cuenta con ningún aislamiento para proteger de un eventual contagio a los demás.

Hay médicos que eluden entrar a revisar a estas personas para evitar contagiarse, ya que no cuentan con los medios de protección necesarios.

Graciela García Hernández

Faltan medicamentos en clínicas del Issste

Está de más reiterar el riesgo en que hoy nos encontramos los adultos mayores. Acudo mensualmente a la clínica Juárez del Issste para obtener medicamentos para mis tratamientos por diabetes, hipertensión y próstata. La semana pasada fui para tal requerimiento; sin embargo, me informaron que no hay, ni saben cuándo habrá, insulina o Losartán, fármacos fundamentales para el control de la diabetes e hipertensión que padezco desde hace tiempo.

Urge que la institución resuelva esto. La insulina tiene un costo, donde se encuentra más barata, de 900 pesos. Pido que se considere aquí a los adultos mayores de mínimos ingresos, quienes sólo recibimos el apoyo de la tarjeta del Bienestar.

Enrique Santamaría Llano

Apoyemos el buen teatro

Exhorto a reflexionar en que el teatro en México es el alimento de los corazones y las conciencias. Muchas mujeres y hombres no podríamos vivir plenamente sin este esfuerzo artístico. Ayer en las páginas de La Jornada, Carlos Paul (https://www.jornada.com.mx/2020/ 03/26/cultura/a04n2cul), a propósito del riesgo de salud internacional, da cuenta de la difícil situación económica que pone y pondrá en riesgo a los teatreros, como a muchos otros mexicanos.

Me parece excelente que compremos las entradas anticipadamente, a través de bonos, para solidarizarnos con los artistas que se presentan frecuentemente en el Centro Cultural del Bosque, en los foros de CU, en Bellescene, Carretera 45, Contigo América, El 77, El Albergue del Arte, El Cubo, El Hormiguero, El Milagro, El Vicio, Foro Shakespeare, La Capilla, La Teatrería, La Titería, Los Arcos y Un Teatro. Divulguen los canales para adquirir los bonos, que muchas personas estamos dispuestas a corresponder, aunque sea en forma mínima, a tanto alimento espiritual que nos han dado a lo largo de nuestra vida.

Antonio Rojas Tapia