Opinión
Ver día anteriorDomingo 8 de marzo de 2020Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Despertar en la IV República

¡Feliz Año Nuevo: 1 de marzo!

D

ejo mi estilo y mis temas para hacer una propuesta: creo que podemos modificar el calendario y que el Año Nuevo sea el 1 de marzo y no el 1 de enero. Según dicen, un grupo de ciudadanos se juntaron para rendir homenaje a la Bandera en 1935, algunos vecinos los imitaron al año siguiente y se fue volviendo una costumbre. La burocracia adoptó el 24 de febrero como Día de la Bandera y hoy se celebra, a querer o no, en toda la República. Lo mismo podría pasar con mi propuesta:

No sería difícil trasladar el 1 de enero como Año Nuevo y ponerlo el 1 de marzo. Déjenme darles mis argumentos: para empezar, de lo que se trata es de cerrar el ciclo anual, de brindar y hacer propósitos de mejoría. El 1 de enero todo es oscuridad, frío y forma parte de un paquete de días que se prolongan hasta el final de febrero. Justamente el 1 de marzo brota desde el fondo de la naturaleza un impulso de renovación, se inicia una etapa luminosa, caliente y seca. Y se deja atrás el lúgubre invierno. Los antiguos mexicanos llamaban resurgimiento a este momento e iniciaban su ciclo anual. Era el momento de prepararse para la siembra, en las frondas llegaban mil pájaros y en el lago abundaba la pesca.

En casi todas las culturas el inicio de año se marca al final del frío y al inicio de la primavera. La primavera es el primer verdor, un florecimiento múltiple de vida. Qué mejor que entonces se inicie el ciclo anual, nuevo y resplandeciente. Los romanos, que inventaron el calendario Juliano, celebraban el inicio de año a principios de marzo. Fue el papa Gregorio, célebre por su mal humor, que impuso el Año Nuevo el 1 de enero. Yo propongo a mis lectores que hagan un regalo a sus parientes, vecinos y amigos que simbolice el Año Nuevo, en lugar del cursi ¡Feliz y próspero Año Nuevo! Bastaría con una maceta de barro crudo que porte una flor viva, pueden ser margaritas, geranios, rosas, ranúnculos, jacintos, lirios, amapolas, anémonas, begonias, prímulas, hortensias, verbena o cualquier otra que pueda resistir varias temporadas y renacer cada Año Nuevo, es decir, cada 1 de marzo.

Colaboró Meredith González A.