Las acciones de prevención contra el coronavirus emitidas por la Secretaría de Educación Pública (SEP) el pasado fin de semana deben incluir no sólo las medidas básicas de higiene y los controles de detección de posibles malestares desde el hogar, sino también información científica que se pueda difundir directamente en las escuelas por el personal de salud, demandaron directores y profesores.

En las ceremonias de los lunes hemos insistido con los alumnos en el lavado de manos y el estornudo de etiqueta, pero también buscamos el apoyo de las unidades de salud del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para que envíen personal especializado a que dé datos científicos y objetivos, porque lo que menos buscamos es generar pánico, pero tampoco podemos dejar de informar, aseguraron los educadores.

En algunas escuelas de la zona norte de la Ciudad de México se constató que los planteles han solicitado este apoyo. En nuestra escuela decidimos acudir a la unidad de salud más cercana, y accedieron a enviar a dos trabajadoras sociales y una enfermera, que estuvieron explicando a los alumnos y a los padres qué es un virus, cómo se transmite y qué podemos hacer para detener, en lo posible, los contagios, afirmó un director de educación primaria.

Reclamo

También demandaron a la SEP que garantice a los planteles el acceso a insumos básicos como agua potable, jabón, gel antibacterial y desinfectante, porque en la mayoría de los centros escolares son los padres de familia y los maestros quienes deben cubrir estas necesidades.

La dependencia, señalaron, ordena que se hagan muchas cosas en las escuelas, sin antes verificar que efectivamente se cuenta con acceso a servicios básicos e insumos necesarios.

Destacaron que el manual Escuela libre de coronavirus, elaborado por la secretaría y posteriormente difundido en sus redes sociales, no establece la obligación de que se proporcione a las escuelas información veraz, científica y objetiva sobre esta enfermedad. Tampoco reconoce la experiencia alcanzada con otras emergencias, como la epidemia de influenza en 2009, o los periodos de contagio de enfermedades infecciosas como varicela o sarampión.