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Divide a priístas propuesta de pedir perdón a ciudadanos para renacer
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▲ José Antonio González, José Murat, Alejandro Moreno, Beatriz Paredes y Dulce María Sauri durante el encuentro en la Fundación Colosio.Foto La Jornada
 
Periódico La Jornada
Jueves 20 de febrero de 2020, p. 12

El PRI está confundido y sin credibilidad, advirtieron ex dirigentes del partido durante el primer foro hacia la asamblea nacional del tricolor, la cual podría realizarse en agosto.

Beatriz Paredes, quien lo encabezó de 2007 a 2011, abrió la reflexión y le tocó lanzar el primer balde de agua helada, al advertir que el Revolucionario Institucional está confundido y no sabe ni cómo relacionarse con el Presidente de la República.

Primero, dijo, desde el poder no supo poner límites ante el mandatario, que se sentía con derecho de poner al dirigente cuando se le daba la gana y, lo peor, se le permitía; ahora tampoco tiene claro qué hacer frente a la militancia que le exige mentarle la madre al Presidente en turno.

Durante las tres horas de reflexión en la sede de la Fundación Colosio –encabezada por José Murat, ex gobernador de Oaxaca– , los asistentes mostraron respeto por los oradores, algunos de los cuales hablaron más de media hora.

En la casona de Polanco se escuchó una lluvia de ideas acerca del ser y deber ser del partido que en 2018 se fue al sótano electoral y hoy tiene 1.5 millones de militantes, de los más de 6 millones contados hace un lustro. La pérdida de 76 por ciento de su padrón les ha hecho prender no sólo los focos rojos, sino todas las señales de alerta posibles porque –como se reconoció también ayer– hay división interna y falta de consenso sobre temas básicos.

Dulce María Sauri , líder del PRI en la época en que esta fuerza política perdió por primera vez la Presidencia de la República –en 2000–, propuso que el PRI pida perdón, si realmente pretende renacer.

Perdón, expuso, por los casos de corrupción, por el abandono de la clase media y por incumplir con las promesas de la reforma energética, por mencionar algunas razones de la sugerida mea culpa.

En especial, destacó, porque al volver al poder, en 2012, no se cumplió la promesa transformadora y, al contrario, se comportaron como si fueran los años 80.

Los trató de convencer del valor de explorar el pasado y hacer un ejercicio autocrítico, pero hubo algunos, como el actual dirigente, Alejandro Moreno, que mostró su discrepancia al asegurar que, al contrario, deben sentirse orgullosos de ser priístas.

La acción de unos cuantos no puede marcar al partido. No es la piedad histórica, sino la imaginación política lo que nos hará volver a gobernar, sostuvo.

En su turno, José Antonio González Fernández, también ex líder, dejó en claro que el PRI es el partido menos aceptado y se pronunció por las alianzas: solos no vamos a poder, consideró, al tiempo que Sauri pidió mesura, porque ya ven lo que pasó con el Partido Verde, el anterior socio, hoy cercano a Morena. Es como cuando alguien, por la urgencia de casarse, elige al fiestero y al borrachito, expresó.