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Desde otras ciudades

Los habitantes de un edificio en Londres que desean vivir en una burbuja a la que nadie mire

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▲ El museo de arte Tate Modern es el más visitado del mundo y la segunda atracción turística en Londres.Foto Afp
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ecinos de un complejo de apartamentos de lujo en Londres intentaron evitar que los visitantes del museo de arte Tate Modern vieran sus propiedades vidriadas, pero perdieron el caso en la Corte de Apelaciones.

La disputa comenzó en 2016, cuando la Tate abrió una nueva extensión, el edificio Blavatnik, que presenta una terraza con un mirador que ofrece vistas abiertas del interior de algunos apartamentos en el condominio Neo Bankside.

Los vecinos se quejaron de que los visitantes de la terraza miraban hacia sus casas, tomaban fotos, las publicaban en Internet e incluso en algunos casos usaban binoculares para verlas más de cerca.

Se estimó que un total de 124 fotos de las viviendas encontradas en Instagram en el periodo que va de junio de 2016 a abril de 2018 alcanzaron una audiencia de 38 mil 600 personas.

Como respuesta, el Tate puso un aviso en el que pide a los visitantes respetar la privacidad de los vecinos e instruyó a guardias de seguridad para que impidieran sacar fotografías.

Pero los dueños de cuatro apartamentos acudieron a los tribunales en busca de una orden judicial que exigiera a la Tate que impidiera a los visitantes ver hacia allí, con el argumento que la terraza con mirador era una molestia que interfería sin razón con el disfrute de sus hogares.

Su acción legal atrajo poca simpatía de muchos londinenses que tienen problemas para hallar viviendas accesibles en la superpoblada y sobrevalorada capital, pero el Tribunal de Apelaciones señaló que el caso planteaba graves temas de derecho, como si mirar desde una altura podría constituir una molestia en el sentido legal.

Los jueces respondieron que no, argumentaron que, a diferencia de otras molestias como el ruido, la suciedad, el humo y los olores nocivos, sería difícil aplicar una prueba objetiva.

Si bien la visión de la propiedad de los demandantes por miles de personas desde la galería de observación de la Tate puede considerarse un claro caso de molestia en un extremo del espectro, mirar desde una altura mucho menor podría ser objetivamente tan molesto para los propietarios y ocupantes de las propiedades observadas, dijeron.

Tate Modern, que ocupa una antigua central eléctrica en la margen sur del río Támesis, es una de las principales atracciones turísticas de la capital inglesa. Cientos de miles de personas han visitado el mirador. El edificio Neo Bankside fue diseñado por Richard Rogers, galardonado con el Premio Pritzker, y se terminó de construir en 2012.

En un fallo anterior de un tribunal inferior, el juez sugirió que los residentes de Neo Bankside instalen cortinas de malla para proteger su privacidad.

Reuters