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Despertar en la IV República

¿Se acuerdan de Los Pinos?

M

e refiero al esplendor de la mansión presidencial. Muchos la visitamos por distintas razones. Al entrar a los jardines y a los salones de Los Pinos uno se daba cuenta que la vida cortesana de la época virreinal se había reproducido en un ambiente que pretendía ser moderno. Una multitud acudía a diario porque el presidente era el árbitro supremo, no sólo de la política, sino de los grandes problemas sociales y económicos. Enlos años 90, el inmueble contenía dentro de sus muros un complejo formidable de oficinas, salones, residencias y parques.

Desde la presidencia del general Lázaro Cárdenas, más de la mitad del siglo XX y en las dos primeras décadas del XXI, en Los Pinos se concentraban todas las terminales nerviosas del Estado. Estaba establecido ahí un pequeño Estado dentro del gran Estado mexicano cuya red abarcaba toda la República. El costo de la Presidencia rebasaba a la de cualquier potencia democrática del mundo. No sólo gozaba de dinero sin límite y un aparato de administración pública en miniatura sino también contaba con su propio ejército: el Estado Mayor Presidencial. Se calcula que habían cerca de 800 empleados entre soldados y civiles.

Centenares de visitantes se acercaban a aquel centro de poder para obtener decisiones que los favorecieran. Acudían a Los Pinos, desde los grupos de candelilleros de las zonas desérticas de San Luis Potosí, hasta los grandes magnates de la industria y las finanzas. La gente que concentraba las grandes fortunas y que de algún modo representaban a un grupo de familias selectas (la oligarquía mexicana), utilizaba la política y los políticos para sus propios fines.

Los Pinos era el núcleo presidencial. El jefe del Ejecutivo federal vivía y despachaba ahí. Rara vez bajaba al antiguo Palacio Nacional, en el decrépito Centro Histórico. Los Pinos era el lugar que magnetizaba la política y atraía la fantasía y la ambición de los políticos. Llegar a Los Pinos era la meta suprema de todos los políticos y empresarios ambiciosos. “Sacar al PRI de ese recinto era el objetivo de los opositores. Regresa a Los Pinos, fue el tema heroico de los priístas después de su derrota en el año 2000 y pudieron regresar en 2012 para abandonar nuevamente la residencia presidencial en 2018. Los opositores de hoy sueñan con regresar. Se ve difícil.Colaboró Mario Antonio Domínguez.