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Niños, más de la mitad de refugiados en el orbe; pocos van a la escuela
 
Periódico La Jornada
Domingo 2 de febrero de 2020, p. 11

En el mundo se estima que hay 87.3 millones de personas desplazadas, de las cuales 25 millones son refugiados; 3 millones, solicitantes de asilo; 40 millo-nes, desplazados internos, y 19 millones han tenido que abandonar su hogar por causa de algún desas-tre natural.

El Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2019. Migración, desplazamiento y educación. Construyendo puentes no muros, de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), destaca que más de la mitad de la población refugiada tiene menos de 18 años, y al menos 4 millones de niños y jóvenes de 5 a 17 años no asistieron a la escuela en 2017.

Uno de los desafíos es garantizar la inclusión de los refugiados en los sistemas educativos de los países de acogida, sin que su formación se imparta en circuitos paralelos que carecen de docentes cualificados; con exámenes que no dan lugar a titulación y un financiamiento puede interrumpirse en plazos breves, indicó.

La educación paralela, ya sea la que se ofrece en campos de refugiados o con personal no cualificado, menoscaba las posibilidades de inclusión y de que puedan llevar una vida plena en los países de asilo, advierte.

Subraya que la Estrategia Mundial de Educación 2012-2016 de la agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados instó por primera vez a los estados que ofrecen refugio a otorgar posibilidades de aprendizaje reconocidas y certificadas, que permita a los menores refugiados continuar con su formación.

La Unesco señala que 39 por ciento de los refugiados en el mundo viven en campamentos y al menos 58 por ciento reside en zonas urbanas, por lo que podrían tener acceso a los servicios educativos. Sin embargo, su condición se agrava porque con frecuencia los refugiados provienen de comunidades muy vulnerables cuyo nivel educativo ya era bajo antes del desplazamiento interno.

Se estima que 61 por ciento de los niños refugiados están inscritos en educación primaria y 23 por ciento son adolescentes que deben cursar secundaria, pero en el caso de los menores solicitantes de asilo, en muchos países, incluido México, son detenidos a menudo, con poco a ningún acceso a la educación.

Por lo que respecta al desplazamiento interno de la población, ya sea por conflictos o por catástrofes naturales, la Unesco destaca que en muchos países ha supuesto una pesada carga para unos sistemas educativos que ya eran frágiles, por lo que recomienda fortalecer los esfuerzos de atención, con el fin de ofrecer educación de calidad a todos los niños y jóvenes, sean nacionales o extranjeros.