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Eduardo Matos Moctezuma deleita al público con su relato de la Conquista

En la conferencia magistral que dictó en el Museo Nacional de Arte, el arqueólogo derriba algunos mitos sobre la caída del imperio mexica // La Malinche fue una mujer de cultura excepcional a la que no se debe calificar de traidora, opina el investigador emérito

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▲ Eduardo Matos Moctezuma, en el Museo Nacional de Arte, donde participó en el ciclo de charlas a propósito de la exposición Voces de la tierra: lenguas indígenas.Foto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Jueves 30 de enero de 2020, p. 3

El estado sicológico en el que se encontraban tanto mexicas como españoles hace 500 años fue uno de los factores fundamentales que influyeron en la caída de Tenochti-tlan; mientras unos vivían atemorizados por malos presagios los otros mantuvieron la esperanza del triunfo, sostuvo el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma en la conferencia magistral que ofreció el lunes en el Museo Nacional de Arte (Munal).

Ese acto convocó a gran número de personas que abarrotaron el salón de recepciones donde se efectuó el último encuentro del ciclo de charlas a propósito de la exposición Voces de la tierra: lenguas indígenas, que se presenta en ese recinto y que concluirá en marzo.

Incluso hubo quienes ya no lograron ingresar al lugar donde Matos Moctezuma explicó que en 1519 los mexicas estaban atemorizados por ‘‘al menos ocho presagios, entre ellos la aparición de un cometa durante varias noches, como nos relatan diversas crónicas. Ese cometa, según los mexicas, traía incertidumbre y aspectos negativos. Fue quizá el único fenómeno verdadero, porque los astrónomos actuales han podido confirmar que sí sucedió”. El próximo año se conmemorará el quinto centenario de la caída de Tenochtitlan.

Presagios mexicas, origen del mito de la Llorona

Los otros presagios, continuó Matos Moctezuma, ‘‘quizá fueron producto de ese temor, y la gente comenzó a propagar relatos que quizá no eran ciertos, pero los creían; por ejemplo, decían que sin causa aparente se comenzó a incendiar el templo de Huitzilopochtli, o que las aguas de los canales de Tenochti-tlan ‘comenzaron a embravecer’, también sin motivo.

‘‘El famoso mito de la Llorona surgió de estos presagios. Se decía que por las noches, una mujer recorría las calles gritando: ‘¿qué será de mis hijos? ¡Pobre de mi!’, vaticinando que iba a acabar el imperio.

‘‘También decían que había seres de dos cabezas, que cuando los llevaban a mostrar al Tlatoani, desaparecían. O que habían capturado un ave, quizá una grulla, que en la cabeza tenía un disco-espejo en el cual se podía ver cómo avanzaban las tropas enemigas hasta Tenochtitlan.

‘‘Todos estos elementos corrieron de boca en boca y tuvieron muy abatida a la población, pues les hicieron sentir que podían suceder cosas que acabarían con su poder. A ello se sumó que cuando por fin llegó Hernán Cortés a la ciudad, hizo prisionero a Moctezuma.

‘‘Los mexicas se dieron cuenta de que perdían a su gobernante máximo, el gran jefe de los ejércitos y sumo sacerdote. En cambio, por el lado español, la mayoría de los capitanes perduraron hasta el final; no murieron. Buscaban salvar almas, lograr prebendas ante la Corona, tenían la esperanza por conquistar.”

El investigador emérito definió un segundo factor que contribuyó a la caída de Tenochtitlan: el económico. ‘‘Los tributos que debían dar los pueblos conquistados por los mexicas eran un desangre enorme para ellos (cada 80 días los vencidos llevaban cargas de maíz, frijol, calabaza, materias primas, pieles, entre otros productos); de ahí la razón, obvia, de que cuando aparecen los españoles, esos pueblos se unen a ellos para liberarse del yugo del imperio.

‘‘El tercer factor fue el militar: ambos lados tenían sus estrategias de guerra. Pero luego de varios combates, cuando los españoles son sitiados en el palacio de Axayácatl, Cortés obliga a Moctezuma a que se asome en lo alto del edificio para calmar a las huestes mexicas. Ahí se da otro mito de la historia que hay que analizar. Según la versión española los mexicas arrojaron piedras al tlatoani, y una de ellas lo deja malherido, lo meten al palacio y muere por esas heridas.

‘‘Pero la versión indígena es diferente: quienes mataron a Moctezuma fueron los españoles. Lo dicen varias fuentes. En lo personal creo esta versión porque a los españoles ya no les servía Moctezuma, Cuitláhuac había sido designado el nuevo tlatoani y Cortés estaba ideando cómo escapar en la famosa Noche Triste. Dicen que fue Diego de Alvarado quien mató a Moctezuma; me inclino por esa versión, ya era un estorbo para ellos.”

Epidemia de viruela diezmó a la población

La cuarta causal que Matos identifica como relevante para explicar la caída del imperio mexica (que se consumó el 13 de agosto de 1521) fue la epidemia de viruelas que asoló a la población de Tenochtitlan: ‘‘Cuitláhuac fue víctima de esa enfermedad, y aunque eligieron a un nuevo tlatoani, el joven Cuauhtémoc, ya se encontraban en desventaja para enfrentar a los invasores. Según referencias históricas, fueron 67 mil personas las que murieron en combate, 50 mil por hambre y millones por las viruelas”.

Con imágenes de mapas, códices, láminas y pinturas, Matos ilustró su conferencia y entusiasmó al público que preguntó sobre la Malinche, a lo que el investigador respondió: ‘‘Fue una mujer de cultura excepcional a la que no se le debe calificar de traidora, ya que no era mexica, sino hija de caciques de Coatzacoalcos; los mexicas no eran su pueblo, así que no los traicionó, como tampoco a los tlaxcaltecas o a los totonacas, en esa época los pueblos no eran una unidad”.