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Más riesgo de salud para profesionistas por el manejo de cadáveres, alertan
 
Periódico La Jornada
Domingo 19 de enero de 2020, p. 12

Los exámenes post mortem son una fuente potencial de infecciones para los médicos forenses, técnicos de patología, antropólogos y otras personas relacionadas directa o indirectamente con el manejo de cadáveres, y entre los padecimientos más comunes que pueden adquirir dichos especialistas están el VIH, hepatitis, tuberculosis y la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, de acuerdo con estudios sobre el tema.

Como se informó en este diario (15 de enero de 2020), el criminalista y perito forense Jorge Morales Flores se encuentra internado desde hace varios días en un hospital público de la ciudad de Puebla, y aunque todavía no hay certeza sobre el origen de sus dolencias, la organización civil Eslabones por los Derechos Humanos señaló que una de las posibles causas sería el hecho de que el experto ha participado en diversas exhumaciones de fosas comunes.

A decir de Valentina Peralta, coordinadora nacional de ese colectivo, las condiciones de higiene en la que laboran en México los médicos y peritos encargados de desenterrar cuerpos de fosas no siempre son las más adecuadas, lo que obliga a muchos profesionales de la salud a comprar equipo extra por su cuenta, ya que las autoridades no se los proporcionan.

El de Morales Flores no es un caso aislado, de acuerdo con la activista, pues hay registros de al menos tres peritos más que enfermaron de gravedad, probablemente como consecuencia de su exposición a las fosas, entre ellos Joel Guzmán Guzmán, coordinador de los binomios caninos de la Fiscalía del estado de México, quien perdió la vida el año pasado.

Según un estudio académico de la microbióloga española Anna Oubiña, el trabajo de diversos investigadores en la materia ha podido constatar que con la muerte, algunos microorganismos son liberados y pueden infectar a los peritos forenses durante las eventuales salpicaduras de sangre, pinchazos accidentales de agujas e incluso inhalación de partículas volátiles.

Algunas de las enfermedades más comunes a las que se expone el personal encargado de realizar las exhumaciones y analizar los cuerpos son la hepatitis, el VIH, la tuberculosis y la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (conocida como el Mal de las vacas locas), pero también el síndrome pulmonar por hantavirus y el virus linfotrópico.

Oubiña apuntó que aunque existe la creencia generalizada de la supuesta inocuidad de un cadáver al que se le practica una autopsia, existen virus que persisten durante mucho tiempo en el cuerpo y pueden ser contagiosos, por lo que recomendó el uso de bata quirúrgica, guantes industriales, botas, delantal y gafas de protección.