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Los de abajo

Nada que no se pueda cumplir de inmediato

L

a crisis que actualmente se vive en la Facultad de Filosofía y Letras (FFL) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es un espejo de lo que ocurre no sólo en el resto del país, sino en el mundo entero, donde las mujeres están visibilizando las múltiples violencias de género en su contra, y actuando firmemente para terminar con ellas, o por lo menos para sentar las bases de un cambio profundo.

Un grupo de estudiantes nombrado Mujeres Organizadas tomó las instalaciones de la FFL el pasado 4 de noviembre con la demanda principal de poner fin a las distintas violencias de género y terminar con el encubrimiento de los agresores. Las autoridades de la UNAM han expresado su preocupación por la entrega de las instalaciones ante la posible pérdida del semestre escolar, pero hasta hoy lo único concreto es el compromiso de dar cumplimiento a los 11 puntos establecidos en el diálogo público del pasado 15 de enero.

No se trata de un capricho estudiantil ni de un complot político alrededor de la toma pacífica de las instalaciones, sino de un movimiento legítimo y urgente que busca que la máxima casa de estudios asuma su responsabilidad para dotar de seguridad a sus estudiantes. La UNAM y la FFL han sido históricamente reflejo de las demandas ciudadanas y, por lo mismo, una solución clara a sus exigencias podría sentar un precedente importante no sólo en el resto de las universidades, sino en el país entero. La pregunta es si desde arriba las autoridades están dispuestas a llegar a fondo.

Es urgente que en la UNAM se considere la violencia de género como falta grave y, a partir de ahí, se establezcan las sanciones; reabrir las denuncias que no tuvieron cauce satisfactorio y garantizar que las víctimas hayan tenido la atención y el seguimiento adecuados. Para empezar.

Impartir talleres con perspectiva de género y feminista para toda la planta académica y administrativa es otra de las demandas. Educar para dejar de agredir, en pocas palabras. Y que a la comunidad estudiantil se le programen asignaturas con perspectiva de género. Nada que no se pueda cumplir en un futu-ro inmediato.

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