San Cristóbal De Las Casas, Chis., Al capitalismo no le importa destruirnos ni destruir a la madre tierra, pero los pueblos originarios no permitamos esa destrucción, afirmó la comandancia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Nosotros, las hijas e hijos de estas tierras, tenemos la necesidad de organizar para defenderla; tenemos el deber y la obligación de defenderla y cuidarla, porque el territorio y la madre tierra no pueden defenderse por sí mismos, agregó.

Al inaugurar la mañana de ayer el Foro en defensa del territorio y de la madre tierra, convocado por el Congreso Nacional Indígena (CNI), el Concejo Indígena de Gobierno (CIG) y EZLN, la comandancia reiteró que como pueblos, naciones, tribus, parajes, barrios y ciudades tenemos que pensar cómo defender nuestro territorio y a la madre tierra.

Manifestó que al capitalismo no le importa destruirnos a nosotros ni a la madre tierra, pero los pueblos originarios no permitamos esa destrucción porque somos milenarios y, por tanto, herederos originarios ancestrales de estas tierras antes de la conquista de los invasores españoles.

La bienvenida de los trabajos que se celebran en el caracol Jacinto Canek, ubicado en el Cideci-Unitierra, con sede esta ciudad, estuvo a cargo de la vocera del CIG, María de Jesús Patricio Martínez, Marichuy, quien pidió a los asistentes, entre ellos representantes de unos 30 pueblos originarios del país e invitados de otros países, que se sientan como en casa.

Al comenzar los trabajos, la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo de Tehuantepec en Defensa de la Tierra y el Territorio, Pueblo Binizá, Oaxaca, aseguró que el objetivo central de los megaproyectos de infraestructura del corredor transístmico de alcance geopolítico y privado es la transformación territorial de la región sur-sureste de México en función de intereses económicos, corporativos y de seguridad de Estados Unidos.

Sostuvo que lo que sucede en el istmo con el corredor interoceánico es la falta de información; existe información precaria que tenemos como asamblea y como pueblos sobre el proyecto; no tenemos información de cuándo empezará a funcionar la construcción, si se despojará a territorios, cómo va a funcionar el puerto de Salina Cruz ni qué pasará con la población que habita en las tierras por donde pasará la ampliación de la autopista paralela.

Abundó: López Obrador promete que no habrá despojos, que lo que está sucediendo se está llevando a consulta y que toda la población del Istmo está a favor, pero en realidad no es cierto porque está en una incertidumbre total de qué puede suceder. ¿Se van a generar despojos en beneficio del capital nacional?

Consideró que la construcción del corredor interoceánico es el proyecto prioritario de la Cuarta Transformación; es el Tren Maya y el Proyecto Integral Morelos, aunque ya esté en una etapa avanzada. Nosotros estamos en una lucha contra el corredor y, como se ha dicho, si la Cuarta Transformación viaja en tren, nuestra labor será demoler la estación del tren.

En las actividades de ayer participaron también representantes de la tribu yaqui del pueblo de Bácum, Sonora; de Proceso de Articulación de la Sierra de Santa Martha, sur de Veracruz; del Pueblo Náyeri de Nayarit; de la Junta de Vecinos en Resistencia Tanque y Américas de Monterrey, Nuevo León; de la Comunidad de San Lorenzo Azqueltan, Jalisco; de Cherán, Michoacán, y de la comunidad indígena de Santa María Ostula, Michoacán. Los trabajos continuarán hoy.

Mientras, habitantes del municipio de Chicomuselo (sierra de Chiapas), que participaron en el foro En defensa de la vida, exigieron al gobierno federal respeto a la autodeterminación de los pueblos, que no se construyan los megaproyectos como el Tren Maya, la autopista San Cristóbal-Palenque y que se frene la explotación minera y de hidrocarburos en Chiapas.

Lamentaron que la política del gobierno de la mal llamada Cuarta Transformación sea de imposición, autoritarismo, amenazas, encarcelamiento y la muerte de defensores de derechos humanos y dirigentes de organizaciones y movimientos que luchan por medios pacíficos y legales para transformar esta sociedad, pues sólo en el primer año del gobierno de Andrés Manuel López Obrador fueron asesinados extrajudicialmente 17 defensores.