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Observador de la consulta pide considerar la opinión zapatista
 
Periódico La Jornada
Domingo 22 de diciembre de 2019, p. 4

Ni en México ni en el mundo existe una consulta perfecta; siempre va a haber algunos aspectos que necesiten fortalecerse y reorientarse; todo es perfectible, señaló Marcos Matías Alonso, integrante de la Red Nacional Indígena (RNI), acerca de la opinión del Concejo Indígena de Gobierno, el Congreso Nacional Indígena y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), los cuales estimaron que la consulta del Tren Maya fue ­simulada.

El también investigador titular del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas), apuntó que la opinión del EZLN es una voz de alerta en el país, hay que escucharlos y no echar en saco roto; que se pondere su sentir sobre el ejercicio.

Matías Alonso fue observador de la consulta del 14 y 15 de diciembre pasados. Yo estuve en el terreno de los hechos, escuché la voz de pueblos indígenas que están dispuestos a entrarle a este proyecto, pero no es un cheque en blanco; es sobre la condición de que se respeten los derechos de autonomía y autogobierno, y que el Estado mexicano no repita los errores de siempre, que es atropellar los derechos, destruir el ambiente, despojarlos de lo poco que les queda, y sin reparar en los daños que se hicieron con anterioridad.

Tras insistir en que el EZLN es una voz a la que hay que escuchar, reconoció que en las comunidades originarias existe temor de lo que siempre ha pasado, no quieren más engaños y mentiras y exigen un encuentro cara a cara con el presidente Andrés Manuel López Obrador para establecer compromisos.

Matías Alonso añadió que en el ejercicio consultivo escuchó a mayas señalar que miles de proyectos han sido utilizados para despojar a los pueblos indígenas, la gente no era desconfiada, pero ahora no es así. El mandatario les tiene que dar la cara en un diálogo horizontal y sin intermediación de nadie.

Expuso que la administración federal debe tener la capacidad de la tolerancia para escuchar a voces discordantes y sin desacreditar a los que opinen diferente sobre la consulta y el proyecto del Tren Maya.