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Vamos por 50% de la participación del mercado de valores
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Nuestra relación con la Bolsa Mexicana de Valores ha sido definitivamente difícil, han dicho cosas que no abonan en ningún sentido y eso desgasta, afirma María Ariza durante la plática con La Jornada.Foto Guillermo Sologuren
 
Periódico La Jornada
Lunes 16 de diciembre de 2019, p. 19

Valiente y guerrera. Así se describe y así se percibe a la mujer que rompió con más de 40 años de monopolio bursátil en México: María Ariza, directora general de la Bolsa Institucional de Valores (Biva), quien sin dudarlo y con una amplia sonrisa, llena de seguridad y confianza, afirma: Que se agarre la competencia, porque vamos por 50 por ciento de la participación del mercado en número de transacciones.

Un año y medio después de que Biva comenzó operaciones, la ex directora general de la Asociación Mexicana de Capital Privado (Amexcap) conversó con La Jornada sobre sus resultados y planes a corto y mediano plazos, no sin pasar de largo lo complicada que ha sido su incursión en el mercado bursátil y el difícil camino que la llevó a ocupar el lugar que tiene como una de las cuatro mujeres en todo el mundo al frente de una bolsa de valores.

Ha sido un año y medio muy retador. Imagina arrancar un negocio en el que no eres bienvenido, en un contexto el que desde hace 40 años existe monopolio y que lleva trabajando de la misma manera más de 120 años. Además, con un nuevo gobierno, con distintas formas de trabajar y en un escenario internacional de mucha complejidad. Nos enfrentamos a una tormenta perfecta, reflexiona la ingeniera industrial.

Sin embargo, el esfuerzo ha valido la pena, expresa detrás de su escritorio. A su espalda hay una figura de la Virgen de Guadalupe, muestra de su fe.

Recuerda que, cuando comenzaron, pocos creían en el éxito de Biva, pero en el primer año de operaciones ya habían captado 10 por ciento del mercado y a la fecha posee 16 por ciento. Bolsas de otros países se nos han acercado para preguntarnos cómo le hicimos.

Pero haber robado ese pedazo de pastel a una institución tan grande como la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) no es suficiente para Ariza. Su meta es clara: “Tenemos un objetivo ambicioso, quiero 50 por ciento del mercado. Me encantaría cerrar 2020 con 25 por ciento o quizá más, considerando que estamos en nuestro segundo año de operación. Estamos muy comprometidos y creemos que tenemos un gran producto.

–¿Cómo ha sido la competencia con la BMV?

–Un trabajo muy dedicado. La competencia, durísima. Nuestra relación con la BMV ha sido definitivamente difícil, han dicho cosas que no abonan en ningún sentido y eso desgasta. Lo que necesita el mercado no es pegar a la competencia, sino ver cómo le hacemos para atraer más inversionistas y hacerlo más grande. Tratamos de no fijarnos en lo que hacen, nos enfocamos en nosotros, les deseamos suerte, pero que se agarren porque ahí vamos.

Su éxito al competir contra la BMV no es casualidad. Pese a su juventud, Ariza no es ninguna improvisada en el mundo financiero. Estuvo seis años al frente de la Amexcap, trinchera donde conoció a fondo el mercado de valores, al colaborar con más de 100 firmas de capital privado. Además, su carrera profesional comenzó hace casi 20 años, tiempo en el que ha pasado por varias compañías y hasta ha fundado empresas de éxito.

La maestra en administración de empresas por la Universidad Harvard acepta que ha sentido miedo e incertidumbre a lo largo del camino que la ha llevado adonde está; sin embargo, sabe que su valentía y empuje la han hecho tomar espacios que otra gente no ha conseguido ocupar por temor. Me he aventurado y se han abierto espacios, pero comencé a trabajar hace mucho. Fue muy complicado, porque hasta hace poco las mujeres hemos tenido algo de presencia.

Reclama mayor certidumbre

El primer año y medio de Biva se ha dado en un contexto complicado: el comienzo de un nuevo gobierno y un 2019 con nulo crecimiento económico, lo cual, dice, no ha sido pretexto para no cumplir sus objetivos; sin embargo, alza la voz y pide al presidente Andrés Manuel López Obrador más certidumbre, al tiempo que reclama: La estrategia de seguridad no está funcionando.

Para la directora general de la institución bursátil, este ha sido un año lleno de incertidumbre y no hay estado de derecho. Los contratos se pueden deshacer y no se sabe qué pasa con las inversiones que ya se pactaron. Todo eso genera ruido. Necesitamos que no exista ese tipo de exabruptos, ni de posicionamientos ni iniciativas de partidos políticos, pues aunque a veces se quedan en eso asustan a los inversionistas.

Desde su punto de vista, la única forma para que la iniciativa privada aporte los siete pesos por cada uno que mete el gobierno en inversión, como ha sido históricamente, y así dar un impulso a la economía del país, sólo puede ser mediante certeza jurídica y combate a la inseguridad, donde no ve avances: El tema de la seguridad ha sido complejísimo, es una estrategia que no creo que esté dando resultados.

Elementos como la firma del Tratado México, Estados Unidos y Canadá, así como el plan de infraestructura, abonan a la certidumbre. Respecto del primero señala que, aunque pudo ser mejor, lo importante es que aunque falta ratificarlo ya está firmado, por lo que ahora toca planear en torno a ese documento; mientras, sobre el segundo, asegura que Biva jugará un papel protagónico en el financiamiento de los proyectos.

Ariza se describe como feminista. Sumado a la certidumbre, está convencida de que la receta mágica para que México crezca a tasas superiores a 4 por ciento es incorporando a las mujeres al ámbito laboral, pero para eso el país debe construir infraestructura alrededor, es decir, guarderías, esquemas de maternidad, programas sociales, etcétera: ¡Hay tantas mujeres allá afuera con talento que no estamos aprovechando!

En una industria que históricamente ha sido dominada por hombres, busca la equidad de género, pero no sólo eso. Su mayor objetivo es abrir el mercado a todo el mundo, es decir, que cualquier persona que tenga 100 pesos pueda acceder a ella y que empresas chicas y medianas se quiten prejuicios y se animen a cotizar en la bolsa, dado que en la medida en que eso pase el país crecerá a ritmos mayores.

Como legado me gustaría dejar la democratización del mercado, tendiendo la mano a más personas y empresas que no han tenido la oportunidad. Hasta el momento vamos bien, vemos apetito en las compañías. Están dispuestas a preparaste y caminar para llegar al mercado, y nosotros las vamos a acompañar en todo el trayecto. En lo personal, no voy a descansar hasta ver más compañías de todos los tamaños listadas en el mercado bursátil.