Que se vayan los golpistas es el propósito de la lucha del gobierno del presidente de Bolivia en el exilio, Evo Morales Ayma, afirmó el vicepresidente del país andino, Álvaro García Linera ante universitarios y simpatizantes.

Durante un diálogo con Morales Ayma convocado por el Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural Interculturalidad de la UNAM, García Linera explicó que el golpe de Estado en Bolivia fue apoyado por un segmento la clase media alta que no soporta indios gobernando, que no soporta a campesinos y obreros.

Es la línea fascista de la clase media alta que no tolera el acecho de una nueva clase media indígena y popular la que se atrincheró y dio base al golpe de Estado. La represión que le ha seguido se ha saldado con 32 muertos, 400 heridos de bala, más de mil detenidos, persecución de dirigentes y la quema de instituciones y sedes sindicales, entre otros.

En este contexto, dijo, no podrá haber elecciones libres y democráticas si no se restituyen las garantías constitucionales, y los golpistas tienen que irse a su casa.

Se registró un lleno total de la sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli, donde el investigador John Ackerman fue el anfitrión. Álvaro García Linera explicó al público que tanto él como el presidente Morales Ayma no serían candidatos para las próximas elecciones, pero tenemos derecho a hacer política.

Previamente, cuando el presidente Evo Morales tomó la palabra, una treintena de personas, quienes dijeron ser bolivianos, se manifestaron en su contra. Tras haber sido retirados por los propios asistentes, el mandatario pidió que los dejaran, pues está acostumbrado a los embates de la derecha.

La titular de la CNDH, Rosario Piedra, respaldó el asilo político que el gobierno de México concedió a Morales, García Linera y a la ministra de Salud, Gabriela Montaño.