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Más de 50 artistas reinventan a Zapata desde la gráfica actual

El Museo Nacional de la Estampa abrirá exposición con un centenar de grabados creados ex profeso, adelanta Emilio Payán

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▲ ‘‘Todos tenemos un Zapata dentro, en la camiseta, en el cuerpo. De alguna manera lo representamos y lo queremos llevar a cabo. Está en la conciencia colectiva; es una imagen que representa revolución, justicia y libertad, temas pendientes que tenemos en este país. Es una imagen icónica que sigue provocando en los artistas un movimiento de lucha y de expresión’’, explica Emilio Payán, director del Munae (arriba), en entrevista con La Jornada; abajo, un aspecto de la muestra que mañana se inaugura en ese recinto.Foto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Viernes 2 de agosto de 2019, p. 2

El Caudillo del Sur está vigente sobre todo en las luchas actuales y en la memoria de los grabadores contemporáneos. Esta es la premisa de Zapata vivo a través de la gráfica contemporánea, exposición que reúne un centenar de obras de 59 artistas que mañana será abierta en el Museo Nacional de la Estampa (Munae), con motivo del centenario luctuoso del revolucionario, que se cumplió el pasado 10 de abril.

Emilio Payán, director del Munae, adelanta que la idea original de la muestra fue que artistas contemporáneos dialogaran con el acervo del museo. Grabados de José Guadalupe Posada, David Alfaro Siqueiros, Leopoldo Méndez, Federico Cantú, Arturo García Bustos, Raúl Anguiano, Ignacio Aguirre y Mariana Yampolsky, entre otros, ‘‘juegan” con la gráfica ‘‘expandida” de los creadores de hoy. Es decir, ya no se conforman con el papel, utilizan otros soportes e imprimen casi sobre lo que se deja, como demuestran las tortillas ceremoniales de Nuria Montiel, impresas con el Plan de Ayala.

Diálogo entre técnicas tradicionales y nuevas

En entrevista con La Jornada, Emilio Payán destaca que ‘‘la imagen de Zapata ya no es de él, sino de todos nosotros. Todos tenemos un Zapata dentro, en la camiseta, en el cuerpo. De alguna manera lo representamos y lo queremos llevar a cabo. Está en la conciencia colectiva; es una imagen que representa revolución, justicia y libertad, temas pendientes que tenemos en este país. Es una imagen icónica que sigue provocando en los artistas un movimiento de lucha y de expresión”.

Con base en el tema, los artistas fueron convocados en forma individual o agrupados en colectivos, de modo que gran parte de la obra fue hecha ex profeso.

Se imponen piezas ya clásicas como la serigrafía Zapata con balazos (1989), de Alberto Gironella, así como un aguafuerte sin título fechado en 1997 de Germán Venegas, que muestra la faceta del revolucionario como arrendador de caballos.

La exposición se divide en los siguientes núcleos temáticos: La revolución de género, en el que destaca la deconstrucción sobre la imagen icónica del líder masculino en pos de darle lugar a otras luchas y liderazgos; Las mil caras de Zapata, que gira en torno a la diversidad de personas que lo tienen en la memoria; Zapata, defensor de la tierra; Otras revoluciones, en que el héroe aparece en luchas posteriores como el movimiento estudiantil del 68, el Movimiento Zapatista de Liberación Nacional, el de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca y los sucesos en Atenco en 2006; Zapata en la gráfica experimental, apartado que ocupa la sala central del Munae; La defensa de la tierra hoy, sustentabilidad que tiene que ver con preocupaciones más actuales como la preservación de la tierra, y La revolución en la urbe, que presenta piezas que tienen que ver con Zapata en el espacio urbano, no sólo hoy sino desde las hojas volantes de Posada.

En Zapata vivo a través de la gráfica contemporánea hay piezas que se apartan de lo tradicional como la instalación sin título de Pablo Cotama, que presenta una escultura del revolucionario desnudo porque aparte de ser ‘‘un símbolo de lucha, también fue un ser humano”. Sobre la pared hay un fondo de arte digital mezclado con gráfica tradicional.

En este apartado de la gráfica expandida, o transdisciplinaria, hay alguna pintura como el óleo Matrícula de tributo (2007), de Demián Flores, también grabador, cuyo tema tiene que ver con Zapata. Los colectivos Esténcil México, La Buena Estrella, Gran OM y Tallera María Pistolas han realizado intervenciones en muro.

Yunuén Sariego, curadora invitada de Zapata vivo…, explica que ‘‘más que una curaduría de obras ésta fue una de artistas porque la mayoría de las piezas fueron hechas ex profeso. Invitaron a artistas con ganas de decir algo interesante que generara obras”. En la exposición se verá que ‘‘en el grabado se reinventa a Zapata desde técnicas más nuevas que también dialogan con las más tradicionales, que son retomadas y recreadas”. Es un diálogo relacionado con los significados.

Zapata vivo a través de la gráfica contemporánea será inaugurada este sábado a las 12 horas en el Museo Nacional de la Estampa (avenida Hidalgo 39, Plaza de la Santa Veracruz, Centro). También será abierta la muestra Dos colectivos: estampas de La Curtiduría & Art Division. La Curtiduría Centro de Artes Visuales fue fundada por Demián Flores en Oaxaca, mientras Art Division lo fue por Dan McCleary en Los Ángeles, California. Esta última se originó en la primavera de 2018 en el Museo de Arte Fisher, de la Universidad de California del Sur, en Los Ángeles.