A 208 años de la firma del Acta de Independencia de Venezuela, la representación diplomática del gobierno del presidente Nicolás Maduro en México demandó respeto a la soberanía y la no intervención.

El embajador del país sudamericano, Francisco Arias Cárdenas, eligió la Glorieta de Simón Bolívar, en la capitalina colonia Guerrero, para conmemorar el 5 de julio, día de su independencia. Que nos dejen resolver nuestros problemas y nuestras diferencias entre venezolanos, solicitó.

Hoy en este momento, nuestro país está amenazado permanentemente, advirtió el ex militar chavista y señaló que hace una semana el Jefe del Comando Sur de Estados Unidos estaba recorriendo Chile y Argentina en un intento por llamar a los militares venezolanos a que se insubordinen contra el gobierno de Maduro.

La amenaza constante de la invasión de la bota militar está puesta otra vez, ya no por el viejo imperio Español, ahora por Estados Unidos de América, dijo ante representantes de Bolivia, Corea del Norte, Nicaragua, Irán, Palestina y Argelia, entre otros.

Agradeció al gobierno y pueblo de México porque son años de historia compartida. Consideró que el ejemplo que ha dado nuestro país de solidaridad con América Latina y sus luchas es permanente. Por eso le agradece la fraternidad y la receptividad.

Más tarde, al término del acto de protocolo, Arias Cárdenas se acercó a medios y declaró que la posición mexicana de respeto a los principios de no intervención para nosotros es muy importante.

Reiteró que es momento de lucha y unidad venezolana para decirle “no al bloqueo… no a las acciones unilaterales de Estados Unidos, que actúa de una manera despiadada”.

Mientras, a unos minutos caminando de ese monumento, empresarios venezolanos y simpatizantes al opositor Juan Guaidó escogieron un sofisticado salón de reuniones enclavado en un edificio de Paseo de la Reforma para hacer lo propio.

Reinaldo Díaz Ohep, quien se presenta como el enviado de Guaidó, solicitó frente a representantes de las oficinas diplomáticas de Argentina, Brasil, Perú, Israel, Canadá, Estados Unidos y España, entre otros, revisar qué más puede hacerse para presionar la salida de Maduro.

No sólo condenar las violaciones a los derechos humanos, sino también ejecutar de una vez por todas las medidas coercitivas y sanciones que se encuentran en los tratados internacionales para que esto no vuelva a ocurrir, dijo.

El miembro del partido Voluntad Popular también agradeció al gobierno de México, pues a pesar de no haber asumido una postura frontal contra el dictador por mantener sus principios, no podemos negar el esfuerzo de mediar entre las partes.