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Falleció de un paro cardiaco

Sin el Perro Aguayo la lucha libre perdió el corazón, asegura Kahn

Canek lo ubicó entre los mejores pancracistas, porque no se dedicó a hacer películas ni estuvo en otras cosas, sólo en el deporte que lo apasionaba

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▲ Sangre Chicana y Pedro Perro Aguayo el 7 de marzo de 1999, durante una función de despedida del Can de Nochistlán en el Toreo de Cuatro Caminos.Foto La Jornada
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 5 de julio de 2019, p. a13

Con el fallecimiento de Pedro el Perro Aguayo, a causa de un paro cardiaco, el pancracio mexicano perdió a uno de sus mayores símbolos, al luchador más grande de toda la historia, tanto rudo como técnico, afirmó Jesús Reyes, mejor conocido como Máscara Año 2000, quien perdió su emblemática tapa a manos del Can de Nochistlán en una cruenta batalla efectuada el 30 de abril de 1993 en la Plaza México.

“Su muerte es algo fuerte y bastante dolorosa para mí. Hablar del Perro es hacerlo de uno de los señorones de la lucha libre, de todo un ejemplo para las nuevas generaciones”, aseguró el integrante del legendario Trío Dinamita, con el que el oriundo de Zacatecas tuvo una gran rivalidad.

Destacó que Aguayo fue su peor, o más bien dicho, mi mejor rival y también mi mejor amigo, tuvimos una amistad desde que yo empecé en la lucha libre, lo quise mucho y lo voy a querer toda la vida.

No tengo una palabra exacta para definirlo, era tan grande que todo lo que pueda decir de él se queda corto. Lo admiré mucho, éramos los rivales más odiados arriba del ring, pero abajo teníamos una amistad sincera, la cual me demostró siempre.

Por su parte, Canek indicó que duele demasiado la muerte de Aguayo, a quien consideró un icono de la lucha libre mexicana y del deporte. Era uno de los peleadores más aguerridos, que impuso un estilo propio y que difícilmente podrá ser igualado.

Aseveró que tras su deceso iniciará su verdadera leyenda, yo lo ubico en el primer sitio dentro los mejores luchadores, porque él no se dedicó a hacer películas ni estuvo haciendo otras cosas más que el deporte que le apasionaba.

El Fantasma también lamentó el fallecimiento del Perro Aguayo, con quien compartió “buenas épocas, tanto de compañeros como rivales, era un gran luchador, pero sobre todo un gran ser humano, si bien era muy bravo arriba del ring, abajo era un señorón.

Creo que tantos golpes, tanto esfuerzo que hace uno arriba del ring por agradar al público, tantas lastimaduras que ya tenía, todo eso le cobró factura, pues cuando él luchaba eran unas carnicerías tremendas, incluso a mí me fracturó varias costillas.

El Matemático expresó: Se perdió una gran estrella de la lucha libre. Fue uno de los gladiadores rudos que más han dejado huella, era todo un atleta, una persona dedicada a su carrera, muy aguerrido, a mí me tocó luchar con él, era difícil pero no abusivo. Es una gran pérdida y difícilmente habrá alguien que ocupe un lugar como el que él dejó.

Único y creativo

Tuvo un estilo único, era muy creativo, todo lo que hacía, su vestimenta, su modo de luchar, era algo muy especial que los aficionados identificaban fácilmente, hizo una época muy importante para la lucha libre mexicana, y no sólo en el país, sino en todo el mundo.

Durante el velorio del Perro Aguayo, realizado ayer en Guadalajara, tanto familiares como amigos y admiradores se despidieron del icónico luchador, cuyo cuerpo será cremado este viernes tras una ceremonia religiosa.

Kahn, sobrino de Aguayo e integrante del clan Perros del Mal, creado por el también fallecido Perro Aguayo Jr., mencionó que la lucha libre es un patrimonio de México y que su tío será por mucho tiempo uno de sus principales ídolos a escala mundial.

“Dicen que si la lucha libre tuviera una anatomía, el Perro Aguayo sería el corazón. Los que vimos una lucha de don Pedro, a pesar de las golpizas con las que él regresaba, le echaba corazón, tenía entrega. Él rompió el mito de que un luchador no podía ser famoso sin máscara”, comentó.

José Luis Barajas, ex luchador conocido como El Faraón, evocó las ocasiones en que se enfrentó al Can de Nochistlán.

Me llevó al estrellato

Tenerlo de rival fue muy importante para poder llegar al estrellato. Tuve la oportunidad de quitarle el campeonato mundial de peso medio y de raparlo. Eso fue lo que me abrió las puertas para ser estelarista en la Arena México y le estoy muy agradecido. Siempre fue una persona que me gustó enfrentar porque la gente salía complacida, aseveró.