Política
Ver día anteriorSábado 25 de mayo de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
¿Tenemos que esperar a que triunfe la lucha contra la corrupción?
 
Periódico La Jornada
Sábado 25 de mayo de 2019, p. 3

En un recorrido de La Jornada por los institutos nacionales de alta especialidad de la Secretaría de Salud se constató que comerciantes, amas de casa, taxistas, conductores de transporte público y jubilados con pacientes atendidos en estos nocosomios han tenido que comprar fármacos e insumos ante la falta de recursos que aqueja a esos institutos.

Hay trato digno y respetuoso para los pacientes; de eso no podemos quejarnos, pero no hay medicamentos. En mi caso me solicitaron un tratamiento de quimioterapia para mi paciente con costo de 18 mil 800 pesos, y soy comerciante en vía pública; esa es la angustia que vivimos, afirmó Tomás Santiago, quien tiene un familiar internado en el Instituto Nacional de Nutrición.

Bertha Suárez, ama de casa, y José Martínez, taxista, acuden a ese instituto, donde hemos tenido que comprar las sondas que usa mi hermana, y hasta ahora hemos pagado 10 mil pesos, lo logramos porque toda la familia se endeudó, pero se cambian cada tres meses. ¿Cómo le haremos para lo que viene?

En la zona de hospitales de Tlalpan, donde se ubican, entre otros, los institutos nacionales de Cancerología, de Enfermedades Respiratorias y los hospitales General Manuel Gea González e Infantil Psiquiátrico, se repiten los casos de familiares que deben cubrir medicamentos e insumos.

Al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias no acuden las personas fifís, sino quienes somos de escasos recursos, y alguien tiene que estar mal informado, porque estos recortes [presupuestales] se hicieron sin planeación ni estrategia y sin tener sensibilidad, aseguró Ángel Jardines, cuyo hermano es atendido en ese organismo.

Muchas familias buscan de dónde sacar recursos para conseguir los fármacos y dar una sesión de quimioterapia, que son muy costosas. Estamos haciendo magia y milagros para salir adelante.

En los institutos, los familiares destacaron la atención de médicos y enfermeras, quienes, aseguraron, dan un trato humano, de excelencia a los pacientes, pero hacen milagros con lo que tienen, porque es evidente que hay carencias.

Rosa, quien acudió al área de consulta externa del Instituto Nacional de Cancerología, destacó que nos acaban de informar que por ahora se van a suspender los protocolos para el apoyo que teníamos en el costo de los fármacos, que en el caso de mi mamá se trata de quimioterapia. Sabemos que el Presidente está en una lucha contra la corrupción, y lo apoyamos, pero tiene que ser consciente de que hay pacientes que no pueden esperar, porque ahora ¿qué le digo a mi mamá?, ¿que tenemos que esperar a que triunfe la lucha contra la corrupción?

Susana Cruz, enfermera con 20 años de experiencia en el Hospital General Manuel Gea González, señaló que la carga laboral en la atención de pacientes aumentó a niveles críticos, porque han recortado tanto personal que pasamos de atender entre cuatro y cinco pacientes a nueve o 10. Nos encaminamos a una verdadera crisis de los servicios públicos de atención médica, pero no sólo por la falta de fármacos e insumos básicos, sino porque tenemos un personal de salud exhausto, con cargas ingentes de trabajo, lo que hace verdaderamente difícil una labor que realizamos con amor y cariño a nuestros pacientes.