Opinión
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Infancia y sociedad

Los maestros son la escuela

E

l Movimiento Mexicano para la Escuela Moderna (MMEM) nos comparte un sobresaliente fragmento del libro País errado, del pedagogo italiano Mario Lodi (1922-2014), que hoy puede ser iluminador:

“El contenido ideológico y el método autoritario son expresiones de una escuela política de clase que está encaminada a formar hombres dóciles y pasivos, a ser posibles ignorantes de los problemas más acuciantes. El maestro, en este contexto, rodeado de tantas dificultades, se vuelve un instrumento del sistema casi sin darse cuenta de ello, lejos de ser, como debería, garantía de la formación de hombres libres.

“El que es consciente de esto sufre mucho íntimamente; sin embargo, hay quien utiliza la escuela consciente y cínicamente para esta finalidad política. Destruir la cárcel, hacer del niño el centro de la escuela, librarle de todos los miedos, dar sentido y alegría a su trabajo, crear a su alrededor una comunidad de compañeros que no sean sus antagonistas, dar importancia a su vida y a los sentimientos más elevados que se desarrollen en su interior; he aquí el deber del educador, de la escuela, de la sociedad.

“Pero todo esto no es fácil, porque no depende sólo de la voluntad. Muchos colegas nos objetan, a los que formamos parte del Movimiento y que desde hace tiempo hemos iniciado con valentía esta revolución silenciosa desde el interior de la escuela, que a un niño, destinado a vivir en un mundo injusto, podría ser nocivo enseñarle qué es la libertad y cómo se vive en ella. Algunos lo dicen de buena fe. Otros, simplemente creen que es mejor no hacer nada porque la sociedad destruye en un santiamén lo que la escuela ha ido construyendo de alguna manera. A estos últimos no se les puede negar que tienen razón, pero su argumento tiene el aire de un pretexto para no revelarse a sí mismos cómo son y definirse como tales.

“Y es que uno muestra cómo es desde el primer día, cuando ante los niños decide cuál será su trabajo: subyugar o liberar. Todo lo demás depende de esta elección, incluso la dimensión humana. Si escoges la liberación, sientes nacer en tu interior una gran fuerza, el amor a los niños, el mismo que debes trasladar al plano social como compromiso con el prójimo….

A más golpes, más fortaleza moral.