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México SA

CPTM: cierran llave a particulares // Negocio privado con dinero público

U

na menos: la Cámara de Diputados borró del mapa institucional a una empresa estatal mayoritaria denominada Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), dado que –argumentaron los legisladores– los recursos a él destinados eran públicos y las ganancias terminaban en las alforjas de un selecto grupo de empresas privadas. La historia de siempre, pues.

Tal consejo fue una invención del gobierno zedillista (con el impulso de los capos del sector turismo nacionales y foráneos, en mayo de 1999) que nació con 12 plazas de mando y que concluye sus funciones con una nómina de directivos superior a 200 de ellos.La junta de gobierno era presidida por el secretario de Turismo y contaba con 15 consejeros del sector público y 14 de la iniciativa privada.

Los gobiernos panistas se sirvieron con la cuchara grande en eso de crear puestos para los amigos, por mucho que duplicaran funciones. A la par, se autorizaron decenas de sucursales, agencias u oficinas de representación en el exterior, con abultados sueldos y gastos generosos, siempre con el objetivo (versión oficial) de coordinar, diseñar y operar las estrategias de promoción turística a nivel nacional e internacional. Obvio es que los dineros para solventar unos y otros íntegramente provenían del erario.

De acuerdo con la información disponible (del propio CPTM), el sector privado ha planteado en diversas ocasiones su interés por encontrar algún esquema para privatizar al Consejo con el propósito deoperarlo con sistemas y métodos propios de la práctica empresarial. Pues bien, llegó el momento para que tal sector proceda y asuma 100 por ciento de los gastos, no solo de las ganancias.

Algunos legisladores precisaron el destino de los recursos públicos, vía CPTM: 47.7 millones de dólares al Cirque du Soleil; 870 millones de pesos para la NFL (la liga gringa del llamado futbol americano); 212 millones para la Fórmula 1 (sin contar las generosas aportaciones del gobierno de la CDMX, con Miguel Mancera); 63 millones de dólares para 23 oficinas del consejo en el extranjero. Casi 60 millones de pesos se les invertía a los tianguis turísticos y le pagábamos a un tal Jorge Antonio Gamboa Patrón, que era director de CPTM en Los Ángeles, desde 2008 hasta febrero, 7 mil 723 dólares al mes (diputada Abelina López Rodríguez).

Un dineral, pues, pero hay más beneficiarios, con (¡sorpresa!) Televisa y Tv Azteca a la cabeza. Millonarios presupuestos anuales se canalizaban mayoritariamente por adjudicación directa. Por ejemplo, las citadas televisoras (sólo por transmisión de comerciales) se llevaban alrededor de 250 y 150 millones de pesos anuales, respectivamente.

Pero también Carlos Slim se llevaba lo suyo, por medio de Conglomerado de Medios Internacionales (la división de América Móvil que comercializa espacios publicitarios), con contratos regulares por 43 millones de pesos.

Uno de los consorcios que aparece como uno de los ganones (más de 3 mil 300 millones de pesos en adjudicaciones directas) es Starcom Worldwide. También Olabuenaga Chemistri, una de las agencias publicitarias preferidas de Peña Nieto (más de 300 millones), que después fue absorbida por otro consorcio, Leo Burnett, con recurrentes contratos vía adjudicación directa.

No podía faltar Operadora de Centros de Espectáculos, (OCESA), permisionaria exclusiva del Autódromo Hermanos Rodríguez (Fórmula-1).

Hay más, pero en esto de las rebanadas las federaciones de futbol y tenis, además del consejo de box, recibían muy buenos contratos para que promovieran la marca México (para el CPTM dejó de ser un país para convertirse en una mera marca comercial). No podía faltar el Grupo Mayakoba, de la trasnacional española OHL, un consorcio que tanto dio de qué hablar en los gobiernos de Enrique Peña Nieto (el federal y el del estado de México).

Las rebanadas del pastel

En síntesis, el reparto del pastel era entre los de siempre. Entonces, qué bueno que el sector privado promueva el turismo, pero que lo haga con su dinero.