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Quiere obligarlos a vender sus casas, aseguran

Sin agua, dos pueblos de Nayarit resisten asedio de grupo hotelero

Mientras ellos deben conseguirla con pipas y tinacos, el complejo tiene albercas y jardines

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▲ Ante la escasez de agua que, aseguran, padecen desde hace 20 años, habitantes de Punta de Mita, municipio de Bahía de Banderas, Nayarit, tienen que abastecerse con pipas y almacenar el líquido en tinacos que colocan fuera de sus casas. Para llenarlos tienen que trasladarse al menos 15 kilómetros.Foto Javier Santos
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 18 de abril de 2019, p. 22

Bahía de Banderas, Nay., Rodeados de mar y playas, los pueblos de Punta de Mita y Corral del Risco viven desde hace 20 años sin agua potable y sus habitantes creen que se trata de una táctica de los empresarios, en confabulación con los tres niveles de gobierno, para cansarlos y comprarles sus casas a precios casi regalados.

Los pobladores no alcanzan a entender cómo es que no tienen agua, mientras el hotel Four Seasons –construido sobre las tierras de donde fueron desalojados a culatazos por la policía estatal hace 24 años– riega sus amplios jardines y llena sus albercas y las tinas de sus huéspedes rebosan de líquido.

Para sobrevivir, los lugareños tienen que comprar a piperos y algunos llevan tinacos en sus vehículos y los llenan en casas de familiares o amigos en poblados ubicados a más de 20 kilómetros. Otros, entre ellos Paco, han localizado un ojo de agua en un cerro cercano a San Pancho, donde llena el contenedor que trae siempre en su camioneta.

Sed crónica

La sed crónica ya ha obligado a muchos a vender sus casas. Otros han resistido, como Germán Zepeda, uno de muchos pescadores que hace 24 años fueron desalojados y reubicados en Coral del Risco para expropiarles sus tierras y playas para dar paso a lo que hoy es el Four Seasons, refugio de, entre otros artistas, las hermanas Kardashian, o Enrique Peña Nieto, a quien los pobladores señalan como propietario de una casa con playa en este exclusivo desarrollo.

El pueblo está indignado con lo que está pasando, dice un vecino de Punta de Mita durante una reunión celebrada estos días con funcionarios municipales, entre ellos el titular del Organismo Operador Municipal de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (Oromapas) de Bahía de Banderas, José Mercado, y el secretario del ayuntamiento, Anastasio Zaragoza, quienes literalmente huyeron ante los reclamos.

El agua es un elemento indispensable que debemos tener las 24 horas. Yo les pregunto: ¿sufren de agua los hoteles?, decía un vecino ya entrado en años, y la respuesta, en coro, de decenas de pobladores alrededor de la plaza fue: Nooo.

No sufren de agua los hoteles, miren los campos de golf: están verdes, bonitos, y nosotros secándonos porque no hay agua. ¿Ustedes creen que sea coherente?, y de nuevo el coro de los presentes: Nooo.

Concesión de Conagua

Por la carretera de ingreso a Punta de Mita, a unos 10 metros de sus casas, es visible un enorme tubo del grupo Dine –dueño de playas, parques y plazas en este municipio y al que pertenece el Four Seasons– conectado a un pozo que les concesionó la Comisión Nacional del Agua en el poblado Bucerías, ubicado a unos 15 kilómetros, y con el que surte su desarrollo. Y justo eso exigen los pobladores: que de ese conducto les den agua.

Dine se comprometió, luego del desalojo de hace 24 años, a dotarlos de agua, acuerdo que las autoridades dicen desconocer, pero el pescador José Aguirre Anaya tiene bien guardado ese documento. Los habitantes señalaron que el ayuntamiento ha estado al servicio de Dine, ya que nunca los ha obligado a nada.

Contrario a ello, los habitantes de Punta de Mita y Corral del Risco narran que no cuentan con el servicio a pesar de tener conectadas las redes de agua potable y drenaje, que el municipio sí les cobra, y los multa si se retrasan: la mayoría adeuda hasta 40 mil pesos. No sólo eso: las pocas pipas que enviaba Oromapas se las vendían a 60 pesos por tinaco y sólo se las regalaban a un selecto grupo.

Para el grupo Dine, la gente de aquí da mal aspecto para los desarrollos que ellos traen en mente, y lo que quieren (...) no es sacarnos, porque nosotros tenemos escrituras, pero la chingadera (su estrategia) está en que sí lo restringen a uno, refiere Germán Zepeda. Quieren que se largue uno y deje el lugar ahí, tercia una anciana.

Mercado responde a los cuestionamientos: “No necesariamente nos hemos quedado con los brazos cruzados. Lo que estamos haciendo para resolver el problema –que no es de ahora, es molesto y debe ser desesperante, y así lo reconocemos porque es de muchos años– es que existen proyectos de un pozo de agua localizado en Punta (de Mita), del que se están haciendo los estudios para saber si cuenta o no con agua suficiente”. Pero los pobladores le gritaban la tarde del sábado: Ya no queremos estudios, lo que queremos es agua, ya estamos cansados de tantos pinches estudios.

Privatizar el pueblo

Ya no tienen margen para racionar el agua. La señora Argelia cuenta que su esposo se provee del líquido con su vehículo: Me la trae desde la familia de uno, del poblado El Porvenir o Bucerías. Diario carga su tinaco en la camioneta, porque es muy cara el agua. Cobran 400 pesos por (llenar) dos pilitas. Yo me baño con medio balde y para tomar compramos de garrafón.

Paco, de 44 años, está sentado fuera de su casa. A su espalda hay un tinaco casi lleno de agua y otro arriba de su camioneta. Ambos tienen agua, pero la obtuvo de un ojo de agua en un cerro cercano al poblado de San Pancho.

A sus espaldas, a unas dos cuadras, está la playa con un letrero de Prohibido pasar. Es Punta de Mita con calles polvosas y pésimos servicios públicos. Por encima de su casa con techo de lámina pasaba año tras año el helicóptero de Peña Nieto y casi nos volaba las láminas, narra.

Paco recuerda a su vez lo que le contó Rafael Cervantes Padilla, ex alcalde de Bahía de Banderas (2011-2014), quien falleció hace más de dos años: “Él a mí me dijo: ‘Hay órdenes de arriba de no meterle dinero a estos pueblos, porque los quieren sacar a la chingada’”.

La joven Blanca Zavala señala que detrás de todo este problema hay fuertes intereses. La verdad, señores, que este tema ya está trillado, ya nos cansó, ya nos hartó. Ya estamos hasta el copete de promesas que no se han llevado a cabo y es la realidad: quieren privatizar el pueblo de Punta de Mita y esa es la presión que se ha hecho durante muchos años para sacarnos del pueblo. Y no lo vamos a permitir porque nosotros somos originarios de Punta de Mita, expresó, pero antes advirtió: A chingar a su madre los políticos.

El hartazgo tuvo su clímax el lunes. Durante seis horas, decenas de pobladores bloquearon la carretera estatal La Cruz, de Huanacaxtle a Higuera Blanca, lo que impidió que cientos de trabajadores laboraran y cientos de paseantes perdieran sus vuelos. A algunos turistas tuvieron que sacarlos en lancha, relata el regidor Jasiel Pelayo Estrada, quien destacó que ese día se llegó al acuerdo de dotarlos de agua.

Los pobladores pidieron en una manta: Kardashian, cuando ustedes regresen a Punta de Mita, tráigannos agua; ayúdennos, por favor. Y lo fuerte del calor está por venir.