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Negocios y empresas

Precios de garantía

E

l camino que sigue el gobierno en materia de subsidios a campesinos pobres es distinto al que ofrece a otros sectores. Mientras a los grupos vulnerables da dinero sin condición alguna, a los agricultores de menores recursos los apoya a cambio de su paupérrima producción.

Cuando se entrega un subsidio en forma directa, sin intermediarios e independientemente de lo que se produce, se genera un ahorro de recursos administrativos y se reduce al máximo la corrupción. En cambio, cuando el dinero se otorga contra la entrega de un bien se requiere una estructura burocrática, lo que genera malos manejos y mayores gastos.

En el caso de los precios de garantía, la paradoja es que el campesino rico y eficiente recibe más dinero que el pobre. En un sistema de mercado este mecanismo es adecuado, ya que quien más produce más gana; pero si de lo que se trata es de mejorar la productividad y apoyar a los pobres con los precios de garantía, quienes deberían recibir más fondos son los menos favorecidos, cosa que no ocurre.

Para 2019 hay cinco productos incluidos en ese programa: maíz, frijol, trigo, arroz y leche. Veamos el caso del maíz: a cada campesino se entregarán 5 mil 610 pesos por tonelada, con un límite de 20 toneladas producidas en un máximo de cinco hectáreas. Si un campesino de Chiapas cuenta con una hectárea y produce tres toneladas recibirá 16 mil 830 pesos si no destina parte de su producción al autoconsumo. En contraparte, otro agricultor con cinco hectáreas que produce 20 toneladas obtendrá 112 mil 200 pesos, es decir, casi siete veces más que el campesino menos favorecido.

Además, el programa se presta a malos manejos, ya que el servidor público encargado de la administración puede aprovechar los montos máximos de subsidios (20 toneladas por persona) para beneficiarse directamente, ya que puede comprar cada tonelada a precios de mercado (menor precio) y luego revenderla al gobierno al precio subsidiado.

¿No sería más eficiente y transparente entregar un recurso determinado a cada campesino y que él decida cómo utilizarlo, tal como sucede con el resto de subsidios impulsados por Andrés Manuel López Obrador? De esta forma el campesino más pobre obtendría cuando menos el mismo beneficio que el más rico.