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Si la gente se pone nerviosa deja en automático de gastar e invertir

El crédito otorgado por la banca a empresas y personas superó el nivel que tuvo antes de la crisis de 1995

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▲ Héctor Grisi Checa, presidente ejecutivo y director general de Santander México.Foto Pablo Ramos
 
Periódico La Jornada
Jueves 14 de marzo de 2019, p. 19

Certidumbre y estabilidad son dos componentes importantísimos para que el crédito de la banca a empresas y familias mantenga un ritmo de crecimiento que, como ahora, supera al de la economía en conjunto. En el momento en que la gente se pone nerviosa, por cualquier situación, automáticamente es cauta, deja de gastar e invertir, plantea Héctor Grisi Checa, presidente ejecutivo y director general de Santander México. Lo que hoy se observa es que la gente está esperando un poquito para ver que haya certeza y las condiciones adecuadas.

En los poco más de tres meses transcurridos desde el cambio de gobierno no se advierte que proyectos de inversión se hayan detenido, incluidos aquellos que se realizan en el sector energético, apunta en una entrevista con La Jornada, a propósito de la 82 Convención bancaria, que se realizará la próxima semana en Acapulco.

Este encuentro tendrá lugar después de un cambio político y económico en el país, marcado por la llegada a la Presidencia de Andrés Manuel López Obrador.

En el ámbito bancario, apunta, ocurrió un hecho relevante: el crédito otorgado por la banca a empresas y personas superó, medido como proporción de la economía, el nivel que tuvo antes de la crisis financiera de 1995. Tuvieron que pasar casi 22 años para que lográramos volver a tener el sistema financiero como lo teníamos antes, pero ahora en una estructura mucho más sólida, dijo.

No se compara el tamaño ni la cantidad de capital que tiene cada banco con lo que teníamos en esa época. Recuerda que en aquellos años, de 1994-1995, la mitad de los clientes de banca corporativa con créditos menores a 500 mil pesos estaba en cartera vencida. Y hoy, dice, los créditos vencidos no superan 3 por ciento de la cartera total.

Hoy la cartera vencida está bastante controlada, con un sistema financiero mucho más sólido, diverso y sofisticado en todos los sentidos.

–El crecimiento del crédito se ha desacelerado respecto de los años previos.

–Va muy de acuerdo al tamaño de la base de crédito. La base de comparación de cada año es mucho más grande y es mucho más difícil crecer a los niveles que lo veníamos haciendo. Crecer a doble dígito ya no es tan fácil porque también ocurre que los usuarios están amortizando una buena cantidad de créditos. Los plazos promedio de la cartera, y el hipotecario es un caso interesante, se reducen. Siempre me ha llamado la atención que aunque damos créditos a plazos de 15 y 20 años, los créditos promedio, se quedan con nosotros entre 7 y 8, porque la gente utiliza todo el dinero que tiene para prepagar el crédito. La gente en México es buena pagadora, es bastante cauta en la cantidad de crédito que quiere tener y trata de matar esos créditos lo antes posible.

–¿Por qué un usuario no desea mantener el crédito durante todo el plazo que tiene contratado?

–Todavía existe la mentalidad de que hay que tener poco crédito. Creo que la memoria histórica que tenemos de las múltiples crisis que desafortunadamente se tuvieron en los años 70, 80 y 90 del siglo pasado nos hace ver con mucho respeto al crédito. Y estoy de acuerdo, pero el crédito también es un arma muy buena para crecer más rápido, tener bienes más rápido y crear patrimonio. El crédito mal utilizado ya sabemos en que acaba.

–¿Cómo espera que evolucione la demanda de crédito por parte de empresas y familias y la solvencia de los usuarios?

–La razón por la cual una gente o una empresa decide tomar crédito y seguir creciendo es porque ve certidumbre y estabilidad a largo plazo. Entonces, esas condiciones son muy importantes para que el desarrollo se siga dando: certidumbre y estabilidad son componentes importantísimos para que este crecimiento siga. En el momento en que la gente se pone nerviosa por cualquier situación, automáticamente es cauta y deja de gastar, deja de invertir, entonces es muy importante crear esas condiciones para que la gente se sienta tranquila y pueda desarrollarse. Una de las razones por las que el crédito ha venido creciendo es porque la gente ve un entorno estable y de certeza.

–¿Y para los siguientes meses cómo ve ese entorno?

–Todos los cambios generan incertidumbre. Lo que debemos esperar es que este cambio se vaya dando. El nuevo gobierno tiene toda la intención de que las cosas salgan bien. Deben darse los tiempos adecuados para que el gobierno haga lo necesario para crear ese ambiente de estabilidad y certidumbre, porque es lo que han comentado siempre. Si quieren un crecimiento de 4 por ciento al año es muy importante que tengan un entorno de certeza y de certidumbre adecuados para que la gente invierta. El gobierno lo sabe muy bien, y lo han repetido en múltiples ocasiones, que para lograr un crecimiento de 4 por ciento no sólo se necesita de la inversión pública, sino también de la inversión privada y la extranjera. Todas estas combinadas nos van a llevar a 4 por ciento.

–Es usual que al inicio de cada gobierno la actividad económica se vuelva más lenta. ¿Qué es lo que ha visto, en este sentido, en el trato cotidiano con los clientes del banco?

–Veo a nuestros clientes bastante seguido. Y la mayoría de ellos no han detenido sus inversiones. Confían en que las cosas fluyan. Lo que estamos viendo es que están posponiendo decisiones, por ejemplo, en el inmobiliario. Pero el segmento hipotecario, por otro lado, trae muy buen crecimiento. La gente está esperando un poquito para ver que haya certeza y las condiciones adecuadas.

–¿Y en grandes proyectos, como los energéticos, donde Santander ha estado activo en años recientes?

–Seguimos viendo inversiones en energía. El país requiere de ella; seguimos viendo y analizando proyectos. No hemos visto hasta el momento que se hayan cancelado proyectos, sino que la gente sigue estudiando poderlos lanzar, porque la demanda de energía en México es muy alta.

–¿Cómo ha sido la relación de Santander con las nuevas autoridades?

Ha sido excelente. Cada vez que los llamamos nos dan citas, platican con nosotros, consultan cosas con nosotros. La verdad es que la relación es muy buena y muy positiva, bastante abierta en todos sentidos.

–¿Cuáles son los cambios que observa que se van a dar en el sistema bancario en los siguientes meses?

–Es muy importante, y nos está ayudando en ese sentido el gobierno, meter a todo el mundo al sistema bancario. En la medida en que más gente participe dentro del sistema financiero y abra cuentas, tendremos un sistema financiero mucho más profundo. Uno de los problemas que tenemos es que la penetración de crédito es baja con respecto al producto interno bruto. Es un tema importante que hemos platicado con las autoridades y ellos se dan cuenta que es importante. Para tener un desarrollo adecuado debe haber un sistema financiero grande y fuerte y buena penetración del sistema financiero en la economía. Una de las cosas más importantes que el nuevo gobierno tiene que atacar es la parte de la informalidad y del uso de efectivo. Si reducimos esos dos problemas, podemos tener un mucho mejor entorno para todo.

–¿Cómo se pueden, desde su punto de vista, atacar informalidad y el uso de efectivo?

–Tenemos que incentivar a la gente a que entre a la economía formal. ¿Cómo? Con crédito, que vean ellos que al ser formales tienen muchas más ventajas y eso se puede dar porque al ser informal no tienen acceso a crédito. En la parte del uso de efectivo, tenemos que fomentar que más pagos se hagan de manera electrónica, que se utilicen mucho más las tarjetas y medios de pago electrónicos. Es una cosa que el nuevo gobierno entiende bien y creo que lo tiene claro, porque aparte asegura que el dinero va a dónde tú quieres que vaya.

–¿El sistema bancario tiene capacidad para absorber a los 30 millones de usuarios que el gobierno busca incorporar?

–Capacidad sí la tenemos. Pero es necesario que sigamos invirtiendo de manera muy importante en ampliarla. Por eso nosotros arrancamos un plan muy ambicioso en 2016 de invertir 750 millones de dólares en toda la infraestructura. Yo veo que nosotros, y mis colegas, estamos invirtiendo en ampliar la infraestructura bancaria.

–Independientemente de los pronósticos económicos que se publican en el sector público o privado ¿cómo ve el panorama para los siguientes meses?

–El gobierno es muy importante en la economía; creo que se ha atrasado y eso genera que la economía se mueva un poco más despacio de lo normal. Eso pasa cada seis años y estamos acostumbrados a vivir ese proceso. Es demasiado temprano para hacer juicios, tenemos que esperar un poquito a que se den las cosas.