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A un año de reformas a Ley del SEM, ex diplomáticos piden pago de compensación

Perciben solamente de 7 a 11 por ciento de lo que ganaban cuando se encontraban en activo

 
Periódico La Jornada
Lunes 18 de febrero de 2019, p. 10

Ha pasado casi un año desde la publicación en el Diario Oficial de la Federación de las reformas a disposiciones de la Ley del Servicio Exterior Mexicano (SEM) que servirían para que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) otorgara una compensación económica a diplomáticos de carrera jubilados; sin embargo, la administración de Enrique Peña Nieto cerró el sexenio sin haberles dado un solo peso, y a dos meses de asumir el mando el actual gobierno, un grupo de embajadores en retiro hizo un llamado a acelerar el pago comprometido por ley, que mucha falta les hace.

Leonardo Ffrench, Enrique y Sergio Romero Cuevas, Enrique Eugenio Fernández Zapata y Francisco Correa Villalobos, quienes fueron embajadores y ahora están jubilados, relataron a La Jornada que la situación económica por la que atraviesan varios de sus compañeros es complicada, en particular por los gastos en materia de salud.

Informaron que han tenido contacto con la nueva administración en la cancillería y si bien les han ofrecido dar seguimiento al tema, el tiempo sigue pasando y los compañeros (jubilados) se están yendo.

En abril de 2018, un mes después de que el Senado de la República aprobara las modificaciones a la citada ley, Peña Nieto publicó el decreto por el que se reformaban diversas disposiciones de dicha norma. Eso significaba el incremento de la edad de jubilación de 65 a 70 años, la incorporación del apoyo económico complementario por parte de la SRE a la pensión del Issste hasta en 50 por ciento más a los jubilados y en ciento por ciento a los próximos por hacerlo.

Desde su publicación a la fecha se adeudan 11 meses de compensación a las pensiones.

Enrique Romero Cuevas indicó que la vida de un diplomático no es de opulencia y menos en países donde todo es caro. Además, llegado el retiro las percepciones se ven considerablemente reducidas.

Según un análisis y propuesta sobre el apoyo complementario para jubilados del SEM, hecho en 2015 por la Oficialía Mayor de la SER en colaboración con diplomáticos retirados, la afectación a su ingreso es severa y los deja con una percepción que va de 7 a 11 por ciento de las remuneraciones que percibían cuando estaban en activo.

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▲ Hasta el momento la SRE no se ha pronunciado al respecto.Foto La Jornada

La gratificación mensual de los diplomáticos de las ramas técnico-administrativa o diplomático consular retirado va de 5 mil a 20 mil pesos. Así, la cancillería debería otorgar una compensación de entre 2 mil 500 y 10 mil pesos, según fuese el caso.

La desgracia es grande cuando uno sobrevive muchos años a la jubilación, afirmó Correa Villalobos.

Ffrench contó que para lograr mejoras han sido 10 años de reuniones con legisladores y funcionarios de la SRE. La labor es para todos los miembros jubilados del Servicio Exterior Mexicano de carrera, desde el más modesto hasta el más encumbrado, gocen de los beneficios.

En tanto, Sergio Romero Cuevas informó que el 29 de enero se reunieron con Moisés Poblanno Silva, director general del Servicio Exterior y Recursos Humanos en la SRE, quien se comprometió a reforzar las gestiones ante la Secretaría de Hacienda para que se autoricen fondos y explicó que tomaría tiempo por el cambio de gobierno.

Habría que tocar la fibra del señor Presidente de la República y decirle: quienes hemos servido al país durante tantos años, durante toda una vida, y que lo hicimos con lealtad y sin hacernos ricos, necesitamos de usted para que se haga realidad la miserable ayuda que se nos concedió a través de la reforma de hace casi un año, consideró Fernández Zapata.

Romero Cuevas agregó que el llamado es primero a que se les pague lo que les deben y luego impulsar una nueva reforma a la ley para que a los ya jubilados les corresponda el total de compensación, pues como está regulado ahora es discriminatorio. No pedimos ningún exceso, estamos pidiendo lo justo que nos permita llevar en el tiempo que nos quede de vida, una vida decorosa.