Deportes
Ver día anteriorMartes 12 de febrero de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Me duele mirar hacia atrás y ver mi vida: Julio César Chávez
 
Periódico La Jornada
Martes 12 de febrero de 2019, p. a10

Julio César Chávez no quiere mirar el pasado. Girar la cabeza y ver la retrospectiva agitada de lo que fue su vida le produce vértigo. Hay cosas que quisiera pensar que no ocurrieron jamás, que lo que observa es la vida de otra persona.

No me gusta recordar ni mi infancia ni mi adolescencia, dice quien fue cuatro veces campeón en divisiones distintas; me duele recordar.

Difícil para quien es considerado una leyenda del boxeo, cuya biografía ha sido perfilada por diversos autores, recreada en documentales y una serie. Hoy está ante un nuevo intento por relatar su vida en el libro Julio César Chávez. La verdadera historia, de editorial Aguilar, escrito por Javier Cubedo a partir de la memoria narrada de Rodolfo, hermano del ex boxeador, y del propio Julio.

No quería hacer el libro, la verdad, indica Julio César durante la presentación, realizada en Casa Lamm, en la colonia Roma; hay varios libros sobre mi vida, pero creo que este es el más apegado a la realidad y contado por mi hermano Rodolfo.

Los años de gloria contrastados con los momentos más oscuros empapados en alcohol y drogas. Un largo periodo que no deja de supurar en la memoria del ex boxeador. El encierro y las recaídas, los personajes célebres y los de dudosa fama.

Con narcos

No sólo los contactos con los narcos mexicanos, Joaquín El Chapo Guzmán entre ellos, sino incluso la invitación que recibió del personaje más buscado en Colombia y al que alude como el patrón, en referencia a Pablo Escobar, quien lo convidó a una tertulia en una hacienda cercana a Ciudad de México.

Escobar lo recibió con un efusivo abrazo y un par de besos en la mejilla, relata Rodolfo en el libro. El campeón se hizo hacia atrás, empujando al poderoso y simpático gordito, agrega la narración. Todos los invitados quedaron helados ante el desplante del sinaloense. Pero Escobar tomó todo como un episodio divertido. Después de una larga comilona, un helicóptero aterrizó en la hacienda. Todos los invitados se pusieron de pie ante la jerarquía del visitante. Los Chávez no preguntaron de quién se trataba. Ahí terminó la visita e inició el cónclave entre Escobar y un personaje incógnito.

Infancia en la miseria

Julio César no oculta que en sus años de éxito deportivo y parranda interminable se codeó con personajes dudosos. Los ídolos populares, lo sabe, siempre seducen al poder y a los jefes del crimen.

Los verdaderos momentos difíciles para la escritura de este libro –confiesa Cubedo– no fue tanto el lado anecdótico de su fama. En realidad los obstáculos que tuvo que sortear fue convencer al ex campeón para narrar su infancia en la miseria y el asesinato de su hermano Rafael, el Borrego.

Yo hablaba con Rodolfo y éste me decía que no quería revivir ese momento, recuerda Cubedo; pero yo insistí que era necesario, porque es un episodio que también marcó su biografía.

El pasado lo superé

Julio César repite que ha sido difícil revivir las imágenes del pasado. Por eso insiste que ni la serie que actualmente se transmite ni el documental ni ningún libro, ni siquiera éste que presenta, ningún espejo retrovisor sobre su vida le satisface. Y entre todos esos recuerdos, el que todavía le lacera es el asesinato del Borrego.

El pasado ya lo viví y lo superé, repite Julio César; no me gusta mirar atrás y menos al dolor.

El único recuerdo que mantiene fresco es el de los años de excesos, de las adicciones. Esas que le hicieron perder gran parte de su vida en el hoyo de la embriaguez. Lo tiene vivo porque sabe que si se descuida –así lo dice– puede caer de nuevo.

Estoy por cumplir 10 años de sobriedad, presume; estoy en lo mejor de mi vida después de haber sufrido un infierno. Por eso no me gusta revivir el pasado.