Zacatecas, Zac., Los flujos de centroamericanos, que cada vez serán más frecuentes y numerosos, ponen en evidencia que en México no hay políticas integrales de migración. Si la administración de Andrés Manuel López Obrador aspira a hacer algo distinto debe impulsar una reforma completa que reconozca que somos una nación de origen, tránsito, destino y retorno, así como un país de desplazamientos forzados, con más de 200 mil habitantes expulsados internamente por la violencia en diversas regiones de la nación, afirmó Rodolfo García Zamora, especialista en migración y desarrollo.

En entrevista, el integrante del colectivo Migraciones para las Américas –formado por más de 130 organizaciones y redes del continente– anunció que esa institución entregará a López Obrador una propuesta de reforma integral con un enfoque de derechos humanos y un plan de trabajo para 100 días, para seis meses y para los seis años de su gobierno.

La propuesta será contraria a la política de criminalización impulsada por el gobierno de Estados Unidos y no deberá recaer sólo en la administración federal, sino apoyarse en nuevas políticas públicas en estados con importante población migrante como Michoacán, Jalisco, Guanajuato, Puebla, Oaxaca y Zacatecas, dijo el también investigador y académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).

Asimismo, se plantea atender integralmente a la comunidad migrante de México en Estados Unidos, lo que, según García Zamora, es urgente, pues los paisanos están muy molestos con los gobiernos estatales y el federal porque no han visto mejoras.

Destacó que los migrantes mexicanos en Estados Unidos y Canadá contribuyen a mantener muchas regiones. Los más de 30 mil millones de dólares que el año pasado enviaron se usaron principalmente para comprar alimentos y medicinas y para construcción o mejora de viviendas.

Previó que seguirá el éxodo de quienes han sufrido todo tipo de violencias económicas, políticas, sociales y de exterminio en Honduras, El Salvador y Guatemala y cuya única salida es atravesar la frontera.

Rodolfo García recordó que fueron paradigmáticas las caravanas de centroamericanos de noviembre pasado, por la forma tan violenta en que ingresaron y la manera tan perversa en que el gobierno de Enrique Peña Nieto posibilitó que esa caravana se dirigiera al norte del país, porque iba a coincidir con la transición del gobierno federal e iba a dejar al nuevo gobierno un problema con Estados Unidos.

Agregó que fue aleccionador para México, Centroamérica y Estados Unidos el comportamiento civilizado de los migrantes y sus familias, que derrumbó discursos incluso en sus lugares de origen. Por ejemplo, el gobierno de Honduras dijo que salieron porque eran criminales.

Acotó que la sociedad mexicana fue puesta a prueba con estos éxodos de gente empobrecida, miserable, muchos de ellos mujeres y niños, pero la solidaridad comunitaria y la autogestión no serán suficientes cuando los flujos migratorios se incrementen desde Centroamérica y de países del Caribe como Haití, y es necesario que el gobierno federal y los estatales se preparen para ello, advirtió.