Desde el otro lado del cerro de la Estrella nace Ambystoma, agrupación cuyo objetivo es “cumbiar al mundo con su estilo enmascarado”.

La banda está integrada por Quetzin en la voz, Xolo en las percusiones, Dimon en el saxofón, Agave Azul en la trompeta, Axolote en el acordeón, El Muerto en la guitarra y Tololoache en el bajo.

Esos jóvenes decidieron un 28 de diciembre de 2014 iniciar su carrera musical en el género de cumbia y adoptaron su nombre por el animal endémico de la ciudad: el ajolote.

Usan máscaras y así respetan la lucha libre mexicana, dicen. Nosotros creamos los personajes y mandamos a confeccionar nuestros diseños de máscara, que surgieron a partir de nuestras personalidades. Con ellas buscamos impulsar la mexicanidad; por ejemplo, tenemos una calaverita de azúcar, un axolote, agave azul, un quetzal y un xoloescuintle.

En charla con La Jornada, el grupo comenta que la cumbia es un género presente en la ciudad desde hace más de 50 años que se niega a morir; todos crecimos con ella; además, es un estandarte de América, desde Argentina hasta México.

Para ellos es difícil catalogar un género estandarte de la ciudad, ya que acá convergen muchas culturas que se combinan para crear nuevos estilos a cada instante. Más que la cumbia sea estandarte de esta ciudad, la ciudad es estandarte de esta cumbia llena de influencias culturales.

Para Agave Azul, la cumbia enmascarada es un mote que las personas nos pusieron para identificarnos y fue resultado de la pregunta constante: ¿qué género tocan?

Ambystoma cuenta con su primer epé homónimo con la productora Huizache, que incluye seis canciones, cinco de ellas con arreglos y letras originales, y un cover de Cuando lo negro es bello, canción tradicional colombiana.

El reto que vive Ambystoma son los foros y los escenarios, ya que consideran que son pequeños para los siete integrantes de la banda, además de que esos recintos no están acostumbrados a difundir ese género, aseguran.

“Los foros están, pero no apuestan al género, y la gente se sorprende. Las personas que nos ven tocar cumbia esperan a un conjunto de uniformados y nos ven con nuestras máscaras, tocando el géneroy se les hace raro.

Tuvimos un par de presentaciones en el Museo Universitario Arte Contemporáneo y en el Museo de Arte Popular. Fue una oportunidad por la combinación de elementos resultado de nuestra identidad mexicana, comenta Dimon.

Para Agave Azul, la situación política del país le preocupa: Tenemos confianza y paciencia al nuevo gobierno entrante; resistiremos hasta que llegue más apertura a nuestro género y a nuevas combinaciones musicales, a que existan más foros para nuestra música.

Tocar en la calle y en el barrio es la llave para que Ambystoma se difunda y comparta su estilo. Quetzal comenta: “Se piensa que por ser un grupo de cumbia se nos abren las puertas a todas las fiestas y no es así, existen muchas agrupaciones que tocan el género y la competencia es muy dura.

“Hacemos música original y la mayoría de las personas no la quiere, prefieren seguir escuchando las rolas de los Ángeles Azules, que son tremendos músicos, pero no dan oportunidad a nuevas creaciones dentro de la cumbia.”

En el género no hay jóvenes que intenten innovar; existen bandas ya consagradas, pero que tuvieron sus inicios en el siglo pasado.

“Gracias a la difusión que hacemos en nuestras redes sociales, algunas de nuestras canciones, como Elixir, ya se escuchan en otros países; hemos tenido contacto con bandas nuevas de cumbia argentinas con las que compartimos nuestras experiencias.”

Para seguir la trayectoria de esta agrupación se encuentran en Facebook como Ambystoma y en Instagram como Ambystoma Cumbia.