Madrid. Las pérdidas acumuladas y el retroceso paulatino en el mercado mexicano frente a su principal competidor, Teléfonos de México (Telmex), han llevado a Telefónica España a comenzar negociaciones para la venta de todos sus negocios en México, donde opera desde 1998.

Los potenciales compradores son los fondos de inversión estadunidenses Cerberus y Advent, que estarían dispuestos a desembolsar alrededor de 50 mil millones de pesos, que la multinacional utilizaría para pagar la abultada deuda que tiene, la cual supera 42 mil 600 millones de euros (mil 65 millones de pesos).

Consultada en México, la empresa dijo que no responde a rumores.

Según el portal informativo El Confidencial, el equipo directivo del presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, ya tomó la decisión irrevocable de salir tanto del mercado mexicano como del centroamericano. Ello, al considerar que son poco rentables y que en años recientes han hecho acumular deudas y pérdidas al conjunto del grupo, por las dificultades que han tenido para competir con la empresa hegemónica en la región, Telmex.

Más de 26 millones de clientes

Telefónica controla algo más de 23 por ciento del mercado de la telefonía en México, con 26 millones 270 mil clientes hasta junio de 2018, entre teléfonos fijos y celulares (de Movistar). Desde su llegada a México, en 1998, con el apoyo del entonces presidente Vicente Fox, la multinacional ha invertido alrededor de 13 mil millones de euros para desarrollar su volumen de negocio y ampliar sus redes de telecomunicaciones.

Actualmente tiene cerca de 3 mil empleados en México y algo más de 500 proveedores externos que utilizan para hacer mantener operativo su negocio.

El nuevo equipo directivo de Telefónica en España diseñó un plan de emergencia para reducir la deuda y hacer que el corporativo se concentre únicamente en los mercados más rentables, tal como anunció Álvarez-Pallete en el pasado consejo de accionistas, en el que defendió la necesidad de gestionar los activos bajo el foco de aumentar el retorno sobre capital empleado, es decir, de valorar la conveniencia de desprenderse de aquellos negocios con menos rentabilidad, en clara alusión a los activos del grupo en Centroamérica y México.