Opinión
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Isocronías

Décimas y calaveras

S

oy malo calculando ‘‘a ojo”, pero una vez en una esquina en construcción, zona de Coyoacán cercana a Churubusco, encontré pegadas no sé cuántas cuartillas –más de cien o de 200, que ni qué– en cada cual escrita, técnicamente hablando, una perfecta espinela, una calaverita con el retrato de algún trabajador o trabajadora no necesariamente de la construcción (¿o era ampliación de obra?) sino de las oficinas allí aún, al parecer, existentes.

No creo que estuvieran firmadas, pero todas parecían provenir de la misma mano. Me causó admiración la tenacidad y la destreza del autor o la autora, pero no menos el reconocimiento que permitía llenar las ‘‘bardas” (acaso láminas, anuncios de algo) con versos bien hechos sobre papel bond.

¿Quién las puso ahí, donde permanecieron semanas? Mi idea (o lo que yo quisiera) es que no quien las escribió, sino el consenso de los retratados.

De eso hará cinco años, no soy de fiar en cuanto a la puntualidad de mis recuerdos. Los vecinos de por ahí no creo lo olviden (el hecho es algo inusitado).

Durante décadas he leído y escuchado –esto último en grabaciones más que de viva voz, lo que también– décimas de donde quiera que se hable el español, no todas espinelas (nombre que les viene de Vicente Espinel, poeta y músico a quien inexactamente se le atribuye su invención), y casi todas cercanas al habla popular, tan popular que se siente espontáneo (lo es) lo trabajado (de un modo u otro, efectivamente).

A la vez rigurosa, menos que el soneto, y flexible, menos que la cuarteta o la copla, la décima sigue (no, no sigue: está) tan viva como cuando su invención, por quien sea, en la fecha que sea.

La décima no resulta inoportuna a la hora de la calavera, mas ésta, que solicita rima, no exige forma específica: Muerte que canta lunfardo, / Bolero, chotís y son, / Que viene por don Ricardo / Pa’ hacer bohemia en panteón. / Llorana Ric ya muertito, / Lo cubrieron con un manto./ Su tumba en el camposanto… / Y él reencarna en pajarito. (Julio César Toledo).