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Reclamo en la colonia Ajusco

No es humano lo que hacen; si pagamos agua, ¿por qué nos la quitan?

Aquí no hace falta que la corten, casi nunca hay, dicen

 
Periódico La Jornada
Lunes 22 de octubre de 2018, p. 36

En la colonia Ajusco, Coyoacán, no hace falta cortar el suministro de agua potable por las reparaciones en el Sistema Cutzamala. Aquí ya es costumbre que estemos dos o tres semanas sin una gota, afirmó Fernanda Connelly.

Vecina de la calle Rey Hueman, expresó que a su familia, como a muchas de esta colonia, no les ha quedado de otra más que habituarse a vivir esa realidad. Vamos a los baños públicos de Huipulco, nos ponemos la ropa que podemos dos veces antes de lavarla y usamos más utensilios desechables que la vajilla, relató.

Como botón de muestra, refirió que después de 15 días consecutivos sin agua, el sábado por la tarde comenzó a caer un chorrito, pero suspendieron el suministro ayer al mediodía. Con eso no alcanzamos ni a llenar medio tinaco, apuntó.

Nadie salió de su casa; todo mundo estuvo llenando botes, ollitas, garrafones o lo que pudo, porque si en una situación normal nos quedamos sin agua por días, ahora con el corte no sabemos cuándo volvamos a tener, manifestó.

La colonia Ajusco recibe el agua por tandeo, lo que implica que sus habitantes sólo cuentan con el suministro un día a la semana, dos o tres horas. Ya nos cansamos de acudir a todas las instancias: al Sistemas de Aguas, al gobierno central, a la Comisión de Derechos Humanos, pero no hay manera de que se normalice el servicio. Hace poco hicieron un pozo que está a cinco minutos; nos dijeron que con eso se resolvería el problema, pero nada, expuso.

Su mamá María Elena Huitzil, quien llegó a vivir a la colonia hace 50 años, recordó que toda la vida han padecido la falta de agua. “Hace tiempo decíamos: cuando se instale la tubería vamos a tener, pero se metió un tubo por la calle Chichimecas, pero sólo pusieron llaves en cada esquina. Desde ahí acarreamos el agua en cubetas y quien podía en mangueras.

“Después –agregó– hicieron las tomas domiciliarias y pensamos: ya se va a regularizar, pero nunca hemos tenido la dicha de tener agua todo el día. Hace poco, en la madrugada empezó a caer un hilito y nos amanecimos hasta que se llenó un tambito. La poquita agua que nos cae dejo que la use mi hija, que es la que sale a trabajar”, apuntó.

No es humano lo que hacen. Si la estamos pagando, por qué nos la quitan; siempre es a los jodidos como nosotros. Sabemos que hay agua, pero la han convertido en un gran negocio y lucran con nosotros, los más pobres. Expresó que lo justo sería garantizar el abasto para asearnos y limpiar nuestra casa.