Madrid. La ministra española de Justicia, Dolores Delgado, fue reprobada en el Senado y se encuentra al borde de la dimisión, tras una serie de grabaciones hechas hace nueve años en las que vierte comentarios homófobos y sexistas. La ex fiscal de la Audiencia Nacional llamó maricón al entonces juez de este tribunal (hoy ministro del Interior) Fernando Grande-Marlaska, además de calificar a otro magistrado de nenaza y advertir que ella siempre prefiere tribunales de hombres, pues las mujeres nunca sabes por donde pueden salir.

El presidente socialista Pedro Sánchez tiene abierto otro frente dentro de su gobierno. Desde su llegada al poder, en junio, ha visto caer a dos de sus ministros: el primero fue Máxim Huerta, a las pocas horas de haber tomado posesión de la cartera de Cultura, tras descubrirse que habría perpetrado un fraude fiscal millonario. El 11 de septiembre dimitió Carmen Montón, ministra de Sanidad y una de las figuras emergentes del socialismo español, tras descubrirse que había obtenido una maestría de forma irregular y había plagiado su tesis.

La nueva crisis del gobierno español estalló en el sensible Ministerio de Justicia. El origen del escándalo son unas grabaciones que realizó hace nueve años el ex comisario de policía José Manuel Villarejo, personaje oscuro y vinculado a numerosos casos de corrupción y espionaje político que hoy se encuentra en la cárcel. Villarejo grabó sus conversaciones con la hoy ministra de Justicia y el entonces juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón.

Luego de que el portal digital Moncloa.com sacó a la luz las grabaciones, el Senado español celebró una sesión en la que la mayoría del derechista Partido Popular reprobó a la ministra.

En otro orden, el ex primer ministro francés Manuel Valls es de origen catalán, por lo que decidió presentar su candidatura a la alcaldía de Barcelona, en una coalición en la que estarán varios partidos y ciudadanos independientes, incluido Ciutadans, que fue la formación más votada en las pasadas elecciones autonómicas en Cataluña, a pesar de ser abiertamente antinacionalista.

Valls enfrentará a la actual alcaldesa, Ada Colau, quien contiende por Unidos Podemos.