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Penultimátum

Desvaríos de Donald Trump

S

i viviera, seguramente le aconsejaría cómo enfrentar algunos de los problemas que hoy rodean a Donald Trump. Pero el abogado Ray Cohn murió hace 31 años. Todavía se le recuerda por la forma en que ayudó al magnate a evadir demandas multimillonarias.

Cohn se hizo famoso a partir de los años 50 del siglo pasado como asesor de Joseph McCarthy, líder de la campaña anticomunista en el Congreso de Estados Unidos. Luego sería el abogado de líderes mafiosos, a los que libró de la cárcel más de una vez. Y a la par, se convirtió en el pararrayos y abogado de Trump cuando comenzó sus oscuros negocios en Manhattan yAtlantic City.

Dos de los sabios consejos que el también conocido como el ‘‘abogado del diablo’’ dio a Trump fueron: atacar a sus detractores, aun mintiendo, y utilizar en su favor las noticias que contra él publicaran los medios. Recurrió a ellos antes de ser presidente para no pagar deudas o negar que sus negocios estuvieran en quiebra.

Hoy la situación es muy distinta. Michael Cohen, su abogado personal durante los años recientes, reconoció ante un tribunal haberle pagado 130 mil dólares a la actriz porno Stormy Daniels y otros 150 mil a la ex modelo Karen McDougal para que callaran sobre las relaciones sexuales que tuvieron con el presidente entre 2006 y 2007. Donald Trump ya estaba casado con Melanie.

Esos pagos los hizo poco antes de las elecciones de 2016, a fin de no perjudicar la imagen del entonces candidato republicano. Pero todo apunta que el dinero provino de fondos destinados a la campaña electoral, lo cual es un delito grave.

Ahora Trump se queja de sufrir una ‘‘caza de brujas, víctima del macartismo’’, y orquestada por una prensa ‘‘enemiga del pueblo’’.

Gobernadores, legisladores y funcionarios públicos del vecino país han tenido que dejar sus cargos al publicarse sus relaciones sexuales extramaritales. La puritana sociedad estadunidense las califica de ‘‘altamente inmorales’’. Pero a Trump le perdonan todos sus desvaríos.