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Final inédita

En un partido que no ofrece medias tintas Croacia y Francia definirán al campeón
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▲ Croacia llega con 90 minutos más de actividad que los bleus, pero el técnico Zlatko Dalic (izquierda) y Luka Modric confían en lograr una proeza este domingo.Foto Ap
 
Periódico La Jornada
Domingo 15 de julio de 2018, p. 3

Moscú

Una final inédita para un Mundial atípico. Francia y Croacia definirán este domingo el título de Rusia 2018 en un partido que no ofrece medias tintas: segunda estrella en 20 años para los bleus o coronación del cuento de hadas de los balcánicos.

El estadio Luzhniki de Moscú albergará el encuentro que el mundo del futbol aguarda durante cuatro años. Millones de personas en todo el planeta y 78 mil espectadores en el recinto que custodia la estatua de Lenin seguirán durante 90 o 120 minutos el partido que definirá a la sucesora de Alemania en el trono.

El campeón será un equipo europeo por cuarto torneo consecutivo, aunque frente a frente habrá dos rivales de características diferentes. De un lado, la pragmática Francia, un equipo tan lleno de talento como poco vistoso. Del otro, la hambrienta Croacia, un seleccionado que buscará sobreponerse al cansancio de tres prórrogas consecutivas para alcanzar la gloria en su primera final.

Será también un encuentro que podría valer un Balón de Oro para jugadores como el croata Luka Modric o los franceses Antoine Griezmann o Kylian Mbappé. Y que podría colocar a Didier Deschamps, el técnico galo, a la altura de mitos como el brasileño Mario Zagallo y el alemán Franz Beckenbauer, los únicos que pudieron levantar el trofeo más preciado del balompié como jugador y entrenador.

Por historia y actualidad, Francia parte como favorita en el duelo del domingo. El equipo bleu disputará su tercera final de un Mundial en 20 años después de haber ganado su primer título en 1998 ante Brasil, con el propio Deschamps como capitán, y de haber caído en la de 2006 frente a Italia. Para los pupilos de Deschamps será también una revancha de la final de la Eurocopa que perdieron hace dos años ante Portugal jugando en casa.

Croacia, una joven nación de 27 años marcada por la guerra en los Balcanes, se encuentra por primera vez ante un partido de semejante magnitud. Su mejor generación, hasta que llegaron Modric y compañía, la comandada en 1998 por Davor Suker chocó precisamente ante Francia en las semifinales de aquel Mundial.

Los bleus, con ventaja

Croacia nunca pudo vencer a los bleus en cinco enfrentamientos, pero Modric, Ivan Rakitic y Mario Mandzukic están dispuestos a escribir una nueva historia. De ganar los balcánicos, sumarían su nombre a una lista de campeones que apenas cuenta con ocho naciones.

Su primer obstáculo no será el rival, sino el cansancio. Los dirigidos por Zlatko Dalic llegan a la final con 90 minutos más de esfuerzo en las piernas que los franceses, el equivalente a un partido. También corrieron 116 kilómetros adicionales en lo que va del torneo.

Sin embargo, los croatas están exhibiendo una notable resistencia y un espíritu incansable de lucha, según sus propias raíces.

“Es el momento más grande de la vida de todos nosotros. Más allá de las Champions y todo, este es el partido más grande. Estamos listos para dar todo lo que tenemos”, dijo Dalic, un entrenador que en un año logró llevar a Croacia desde una turbulenta fase de clasificación europea hasta la final del mundo.

Croacia está demasiado motivada, pero también es consciente de que no tiene nada que perder.