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Trump festeja apoyo de la SCJ

Más de 2 mil niños migrantes, perdidos en la burocracia de EU

Gobiernos de 17 entidades demandan al gobierno federal; exigen reunir a las familias

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▲ En imagen tomada hace un año, manifestantes protestaban en Columbus Circle, en Nueva York, porque la Suprema Corte había restablecido partes de la prohibición del presidente Donald Trump a ciudadanos de países de mayoría musulmana para ingresar a Estados Unidos. Finalmente, ayer el máximo tribunal emitió un fallo respaldando por completo la orden del mandatario.Foto Afp
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 27 de junio de 2018, p. 28

Nueva York

Más de 2 mil niños separados de sus familias por el régimen de Donald Trump permanecen solos y algunos hasta perdidos en el laberinto burocrático, sin un plan real para volver con sus familias, lo que ha provocado que 17 administraciones estatales presentaran una demanda judicial contra el gobierno federal para exigir la inmediata reunión de los menores con sus padres, mientras el presidente festejó el apoyo de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) en su guerra antimigrante en otro flanco: contra los pueblos musulmanes.

Casi una semana después de que Trump se vio obligado a firmar una orden ejecutiva poniendo fin a su política de separación de niños –incluso bebés– y de haber anunciado que las familias serían reunificadas en respuesta a la feroz condena nacional e internacional, diplomáticos, expertos, abogados, legisladores y periodistas continúan denunciando la falta de transparencia e información específica sobre dónde están los niños, cuándo y cómo serán llevados con sus padres, y hasta cuántos son.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos informó ayer que tiene 2 mil 47 niños bajo su custodia, sólo seis menos de los que tenía a su cargo la semana pasada. Pero aun esa cifra no es necesariamente exacta, ya que incluye sólo a los que fueron separados desde mayo, cuando esta práctica se empezó a aplicar desde el año pasado.

El secretario de Salud, Alex Azar, interrogado por senadores sobre todo esto, respondió con la maniobra ya común del régimen de Trump: culpando a las víctimas. No es una situación deseable tener a niños separados de sus padres. Escuchen, para ser franco, si los padres no los trajeran a cruzar la frontera ilegalmente, esto nunca ocurriría, reportó Ap. Rehusó proporcionar un calendario para reunificar a las familias.

Este martes, 17 gobiernos estatales y el de Washington DC presentaron una demanda judicial contra el régimen de Trump ante un tribunal federal en Seattle argumentando que su política de separación de niños y padres en la frontera es inconstitucional e indicaron que la orden ejecutiva no resuelve la tragedia que desató. Los procuradores generales de estos gobiernos acusaron que dicha orden no reúne a las familias ni evita las separaciones en el futuro.

Aparentemente, los legisladores del partido del presidente tampoco le creen sobre la reunificación, y más por cubrirse de la crisis política ante la indefendible separación de niños, que por su gran defensa de los derechos humanos, líderes del Congreso están buscando impulsar medidas para prohibir esta práctica.

Sin embargo, permanecen estancados, ya que algunos ultraconservadores que apoyan a Trump insisten en hacer lo mismo que el presidente al intentar usar los niños como rehenes a cambio de financiar el muro fronterizo. Por otro lado, los demócratas rechazan la propuesta de encarcelar a las familias juntas con sus hijos, ya que eso implica anular un acuerdo judicial que prohíbe mantener a niños en centros de detención por más de 20 días.

Por ahora, el gobierno no revela públicamente en qué albergues aloja a los niños que separó desde mayo a la fecha, y rehúsa abrir los centros donde fueron colocados –con pocas excepciones– a periodistas e incluso legisladores federales a quienes una y otra vez les han negado el ingreso, provocando preguntas sobre si algo se está ocultando.

En un nuevo audio grabado clandestinamente por una empleada de uno de estos albergues –éste en el Bronx, en la ciudad de Nueva York– justo antes de renunciar, y que fue transmitido en el programa de noticias de Rachel Maddow en MSNBC el lunes pasado, se escucha a una empleada diciéndole a los niños que tienen que tener cuidado y no hablar con los medios, insinuando que eso podría complicar el rencuentro con sus padres, y otro segmento en el que entrevista a ­Jessica, una niña de unos seis o siete años que quiere comunicarse con su madre.

Este martes en Nueva York, miembros del concilio de la ciudad y los cónsules generales de México, Guatemala, Honduras, El Salvador y Costa Rica informaron que están coordinando esfuerzos para detectar y asistir a los niños separados en la frontera que fueron colocados en esta región, tarea difícil porque el gobierno federal no les ha brindado información detallada sobre estos casos.

Carlos Menchaca, presidente del comité sobre inmigración del concilio municipal, comentó a medios: no contamos con información oficial y por eso nos estamos uniendo para exigir transparencia. El cónsul general de México, Diego Gomez Pickering, subrayó la importancia de los esfuerzos conjuntos de los cónsules, el gobierno de la ciudad y del estado, en el esfuerzo para brindar apoyo a estas familias; informó que se han identificado y se ha establecido comunicación con los tres niños mexicanos, hermanos, separados, que se encuentran en uno de los albergues de esta ciudad.

Prohibición musulmana

En Washington, en un triunfo mayor para la política antimigrante de Trump, la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos emitió ayer un fallo (cinco votos contra cuatro), para ratificar su orden ejecutiva que impone restricciones a viajeros procedentes de cinco países de mayoría musulmana: Irán, Libia, Siria, Yemen, Somalia (y por alguna razón, también Corea del Norte y Venezuela) conocida como la prohibición musulmana que ha sido litigada desde el año pasado.

Trump festejó la decisión, declarando que es una victoria tremenda para el pueblo estadunidense y la Constitución, que respalda su autoridad ejecutiva de defender la seguridad nacional, y también valida su lucha para asegurar nuestra frontera y un sistema migratorio que sirve a los intereses del país.

El fallo fue deplorado por varios políticos y defensores de derechos civiles y provocó protestas en varias partes del país. El senador Bernie Sanders declaró que la Suprema Corte de Justicia se había pronunciado en favor del temor, el racismo y la xenofobia y contra los ideales estadunidenses de libertad religiosa y tolerancia.

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