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El fiscal de Guerrero habla sin sustento

Reta la Iglesia a probar que sacerdote asesinado tenía nexos con narcos
 
Periódico La Jornada
Jueves 8 de febrero de 2018, p. 27

La diócesis Chilpancingo-Chilapa y la arquidiócesis de Acapulco exigieron al fiscal de Guerrero, Xavier Olea Peláez, que si tiene pruebas de que el sacerdote Germaín Muñiz García –asesinado la madrugada del lunes junto con el párroco Iván Añorve Jaimes– formaba parte de un grupo de la delincuencia organizada, las dé a conocer.

En conferencia de prensa, el vocero de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Benito Cuenca Mayo, acompañado del canciller secretario de esa instancia eclesial, Jorge Armando Vázquez Rodríguez, leyó un comunicado elaborado por el obispo Salvador Rangel Mendoza.

Si la fiscalía declara que Germaín Muñiz García estuvo vinculado a algún grupo delictivo, se le exhorta determine concretamente a qué grupo pertenecía y no se limite a hacer simples señalamientos, puntualizó.

“En vista de que esto daña la reputación de Germaín Muñiz, exigimos a la fiscalía realizar las investigaciones necesarias y no hacer declaraciones basadas en supuestos hechos. Le exigimos una copia completa y certificada de la carpeta de investigación que sustenta lo declarado, ya que, como fiscal, Xavier Olea tiene la obligación de esclarecer lo sucedido, sustentado en pruebas fehacientes y verídicas.

Nos causa extrañeza la declaración del fiscal de que, en un mismo lugar, Juliantla, se hayan reunido integrantes de grupos delincuenciales de Morelos, el estado de México y Guerrero, sin que haya reportes de algún enfrentamiento.

La Iglesia católica local resaltó la ausencia de la fuerza pública, estatal o municipal, sabiendo de la presencia de estos grupos y consideraron las declaraciones del funcionario “ambiguas y carentes de sustento.

Germaín Muñiz nunca estuvo vinculado a ningún grupo delictivo. Tenía conocimiento, por la naturaleza misma de su trabajo pastoral, de la operación de algunos grupos en esa zona, pues al ser un párroco y persona pública, tenía que desplazarse por la zona donde estaban asentados esos grupos para atender a las diferentes comunidades que integran la parroquia de San Cristóbal, en la comunidad de Mezcala, municipio de Eduardo Neri, donde ejerció su ministerio durante cinco años.

Señalaron que las fotografías en las que Muñiz García aparece con personas armadas no son prueba de que formara parte del crimen organizado. Por testimonio de monseñor Salvador Rangel, las imágenes fueron tomadas en una ocasión en que el padre pasaba por el camino para atender a comunidades de su parroquia, aseguró.