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La Máquina, sin título de liga en 20 años, sepulta sus aspiraciones de salvar el torneo

Fiel a su tradición, Cruz Azul ganaba, le empataron y perdió en el último minuto

El Puebla es colista

No encuentro sentido a lo que pasó, pero son nuestras miserias: Jémez

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Jorge Benítez, del Cruz Azul, durante el juego de la jornada 14 del torneo Clausura 2017 de la Liga Mx en el estadio CuauhtémocFoto Jam Media
 
Periódico La Jornada
Lunes 17 de abril de 2017, p. 3

Puebla, Pue.

Cruz Azul lo volvió a hacer. Fiel a su trágica tradición, y como si siguiera un guion perverso, empezó ganando, fue empatado y al minuto 93, sí, la cruzazuleó: recibió el gol para perder 2-1 ante Puebla, resultado que hace cada vez más difícil, casi imposible, avanzar a la liguilla, para sumar su sexto fracaso consecutivo.

A punto de cumplir 20 años sin un título de liga, en la jornada 14 La Máquina vio cómo se evaporó prácticamente el sueño de enmendar la temporada y de colarse a zona de liguilla. La derrota de último minuto los dejó una vez más enfrentados a una realidad que nadie alcanza a comprender.

La historia empezó con un conjunto celeste dinámico, que jugó bien y movió la pelota, ante un Puebla que a pesar de ser local tardó en entrar al duelo.

La Máquina necesitó cinco minutos para dejar mudo el estadio Cuauhtémoc. Ángel Mena adivinó las fallas de la defensa, recortó a su escolta y envió un centro que Rafael Baca metió en un remate de palomita. El juego parecía en la bolsa. Pero no para Cruz Azul.

El Puebla reaccionó. Pedro Canelo se volvió un incansable atacante, pero sus esfuerzos terminaban por la carencia de precisión. A veces tardaba en volverse al arco, en levantar la mirada para calcular el disparo, o para anticipar el movimiento de algún compañero.

Los cementeros dejaron de mandar y cedieron durante grandes lapsos la decisión a los de la franja. Jerónimo Amione empezó a notarse, algunos disparos, pero con la mira sin ajustar.

La delantera del Puebla presionó, pero todos los intentos que hicieron en la primera parte se consumieron sin prosperar. Así se fueron al descanso.

El regreso no anticipaba ningún cataclismo para nadie. A pesar de que ambos están implicados en la lucha por no descender, los resultados previos les dejaron un margen para respirar con mayor tranquilidad... por este torneo.

El partido se perdió algunos minutos en pelotazos sin claridad. Sin embargo, al minuto 57 empezó al historia celeste tan revisitada y comentada hasta lo grotesco. Amione envió un centro a Orrantia, quien cerraba por la derecha; ante el peligro, Julio César Domínguez quiso interrumpir el ataque, pero terminó por empujar la pelota en su propia portería y dio el empate con un autogol.

La igualada, de ese modo, empezó a dar un aura dramática y absurda al partido, con el sello celeste. El Puebla creció en confianza y ambición; si ya había conseguido el empate y con un error tan grosero, una remontada no parecía descabellada a esas alturas.

El forcejeo tardó varios minutos. Durante algunos momentos La Máquina regresaba a la pelea y amenazaba con volver a tomar el control, pero en otros lapsos se perdía y los camoteros empezaban a recordar que en estos juegos el naufragio siempre acecha.

Se agotaba el tiempo y ninguno conseguía aclarar el panorama. En un tiro libre, Cruz Azul apostó a su arma en momentos extremos. Mandó a Christian Chaco Giménez a detonar con su pierna de precisión y poder. Casi lo logra, pues el portero Fabián Villaseñor tuvo que emplearse con toda su habilidad para tapar el tiro.

El duelo estaba por morir. Minuto 93, el árbitro ya enjugando los labios para silbar y, de pronto, Pablo Míguez envió un centro a Cristian Esparza, el encargado en demostrar que cuando se habla de futbol el capricho es una posibilidad. Y que cuando se trata del Cruz Azul, el absurdo y la tragedia se mezclan. Anotó el 2-1 para comidilla en las redes sociales.

No le encuentro sentido a lo que ha pasado en esa última jugada, pero son nuestras miserias, son nuestras cosas malas y las tenemos que arreglar, dijo al final del partido el entrenador español Francisco Jémez, quien tras el gol de la derrota lució el rostro más extraviado del campeonato.

Lo hemos regalado, lo hemos perdido nosotros y debemos apechugar. Hemos perdido porque regalamos el partido, dijo; yo todavía tengo varios meses con el club, agregó Jémez.

Cruz Azul tiene 14 puntos y sigue en la posición 15, mientras Puebla continúa en el último puesto, pero con 13 unidades.