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Compra de válvulas para hidrocefalia inservibles y saqueo de medicamentos especializados

Desfalco al IMSS en Zacatecas pone en peligro a los derechohabientes: personal
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 23 de noviembre de 2016, p. 34

Zacatecas, Zac.

Las irregularidades administrativas en la delegación estatal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) han ido en aumento desde 2012, aseguran médicos especialistas, enfermeras y trabajadores afiliados a la sección 29 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la institución (Sntss).

El neurocirujano Armando Rosales Torres, quien encabeza a los denunciantes, recordó que en 2012, en el hospital general de zona número uno, en esta capital, intervino de urgencia a un niño de un año de edad que padecía hidrocefalia (acumulación anormal de líquido cefalorraquídeo en la cabeza).

Solicitó una válvula y “me dieron una muy corriente, una cochinada. Se lo demostré a Carlos Quevedo (en ese entonces director del nosocomio).

Tres meses después sus padres lo regresaron gravísimo, con fiebre y disfunción valvular, Creímos que la válvula se había tapado, pero resultó que estaba oxidada.

No fue el único caso, recuerda Rosales Torres: En los expedientes hay notas de que he operado bajo protesta y me he visto obligado a poner estas válvulas por la urgencia del paciente, aunque después las repercusiones son muy serias, de infecciones y muerte inclusive.

La válvula que se oxidó era marca Biomed-México. Se abrió un expediente que incluía fotos del artefacto oxidado y se dio parte al entonces dirigente de la sección 29 del Sntss, Salvador Castillo Martínez. Sin embargo, ninguna denuncia nuestra repercutió en absoluto, lamentó el neurocirujano.

Reveló que recientemente se suspendieron las neurocirugías en el hospital mencionado porque desde las oficinas centrales del IMSS se prohibió que la delegación Zacatecas siguiera rentando un craneotomo, un taladro especial para cortar hueso.

En cada intervención quirúrgica se pagaban 50 mil pesos de renta del aparato, refiere Rosales Torres, cuando cuesta alrededor de 500 mil pesos.

–¿Por qué no lo compran?

–Nos dijeron que no pueden, porque se lo roban. ¡Es absurdo! ¡Nadie tiene por qué robarse un aparato así, si se imponen los controles adecuados!

El hospital general de zona número uno es de segundo nivel. Fue construido en 1976 para atender a 300 mil derechohabientes. En la actualidad acuden a él un millón de pacientes, sin que los espacios ni el personal hayan aumentado de manera proporcional. No hay quirófanos suficientes.

Por las mañanas es común que los cirujanos estamos en espera, peleando literalmente, como si se tratara de nuestros familiares, para que nos asignen sala para operar. Sólo hay tres, y el hospital debería tener al menos cinco.

Otros grupo de médicos dio a conocer que el 30 de septiembre de 2012 personal no identificado robó medicamentos con un valor superior a un millón 305 mil pesos de la farmacia del hospital general de zona, según el oficio número 3401012215125/321/12, emitido por Carlos Quevedo Sánchez, entonces director general. David Morales Pacheco, jefe de servicios de finanzas del IMSS, registró el robo como un siniestro de farmacia.

Entre los fármacos robados destacan 16 unidades de complejo coagulante antiinhibidor, con precio de 17 mil 153 pesos cada una; cuatro unidades de Eptacog alfa factor VII (una solución indicada para la prevención de hemorragias en pacientes con hemofilia sujetos a cirugía) con precio de 56 mil 383 pesos cada una; 11 unidades de Adalimumab (usada para el tratamiento de artritis reumatoide, enfermedad de Crohn y padecimientos de la piel, entre otros), con valor unitario de 6 mil 338 pesos; 21 unidades de Trastuzumab inyectable (para tratamientos contra el cáncer), cada una de las cuales cuesta 22 mil 494 pesos, además de otros productos cuyo precio en el mercado va de 2 mil a 8 mil pesos.