La edición 2016 de la Fórmula 1, que se inicia este viernes y concluirá el domingo, dejará una derrama económica de 16.7 millones de dólares en la ciudad de México, informó ayer el titular de la Secretaría de Turismo, Enrique de la Madrid Cordero.

En el segundo de cinco compromisos para albergar en el país el evento deportivo, este año se espera que sea igualmente exitoso que el de 2015, dijo el funcionario en conferencia de prensa.

Señaló que se espera una ocupación hotelera de entre 70 y 80 por ciento durante los tres días de actividades, con tarifa promedio de 300 dólares, aunque esta cantidad puede elevarse a 600.

De la Madrid Cordero indicó que la cifra de ocupación hotelera será hasta de 12 puntos porcentuales más que la registrada durante los tres días de competencia del año anterior y estimó que unas 165 mil personas visitarán la ciudad de México para presenciar el espectáculo automovilístico.

Con que (la edición 2016) sea tan exitosa como la del año pasado me doy por satisfecho, dijo De la Madrid Cordero.

En la conferencia en conjunto con el director general de Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE), Alejandro Soberón, éste dijo que 2015 fue un año extraordinario para la Fórmula 1, pues esa primera edición de la carrera nos dejó enormes satisfacciones.

Señaló que en la edición anterior se crearon al menos 8 mil empleos temporales, únicamente durante la realización.

Agregó que ya no hay un solo boleto para el Gran Premio y que, al igual que el secretario de Turismo, espera resultados similares a los del año pasado.

En esta edición participarán 11 escuderías y 22 pilotos de 13 nacionalidades.

El empresario recomendó a los aficionados al automovilismo llegar en metro al Autódromo Hermanos Rodríguez porque no hay estacionamientos.

Existe un programa de movilidad diseñado en conjunto con el gobierno de la CDMX, pero el metro te lleva (al autódromo) en 13 minutos, dijo el directivo al responder a un cuestionamiento al respecto.

Soberón narró que durante el Gran Premio de 2015 hubo personas sorprendidas por la eficiencia del servicio del metro. Eran aficionados “que usualmente no lo usan y ellos mismos se preguntaron ‘¿por qué no lo utilizamos más seguido?’”