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Propuesta de crear la ley general de abasto divide a comerciantes

Hay que parar los contratos leoninos de trasnacionales, señala vocero de Conacca

El mercado se maneja conforme la oferta y la demanda, dicen productores de la Ceda

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Venta de huauzontle en la zona de verduras y hortalizas de la Central de AbastoFoto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Lunes 12 de septiembre de 2016, p. 35

La firma de contratos leoninos ha permitido a empresas trasnacionales, como Walmart, posicionarse en el mercado nacional ahorcando a productores, comercializadores y distribuidores de alimentos y ropa, afirmó Alfredo Neme, vocero de la Confederación Nacional de Agrupaciones de Comerciantes de Centros de Abasto (Conacca), quien se manifestó por crear una ley general de abasto.

Se trata, dijo, de no continuar siendo un paraíso para esas empresas; obligarlas a cumplir los mismos estándares de calidad que se exige a las nacionales; no vender abajo del costo del producto, que es un delito; evitar el retiquetado, y dejar de importar alimentos, rubro que creció más de 200 por ciento.

La mitad de los alimentos que consumimos en México son de importación, con un valor de 900 mil millones de pesos anuales, mientras mil campesinos, en promedio, diariamente dejan de sembrar sus tierras y cientos de negocios bajan la cortina por falta de incentivos, señaló.

Los canales tradicionales de comercialización, como mercados públicos, tianguis y sobrerruedas, advirtió, también están en riesgo de desaparecer en un plazo de 15 años, aun cuando hoy comercializan 84 por ciento de los alimentos y generan 55 millones de empleos, contra 650 mil de los autoservicios.

Ello, debido a los horarios que tienen, aceptar diversas formas de pago y ofrecer continuas ofertas al cliente, que cubren los proveedores, quedándose Walmart como la número uno, con 74 por ciento del mercado, porque las autoridades locales y federales no actúan, aseguró.

De concretarse, serán peores las condiciones en que nos contratarán. Te podrán devolver más de 75 por ciento de la mercancía surtida, cobrar más de 40 mil o bien 5 por ciento del monto de la mercancía por entregar tarde y tendrás que bajar más de la mitad el precio de tus productos para sus ofertas, afirmó.

Alberto Sánchez y Humberto Gutiérrez, del sector de abarrotes y hortalizas de la Central de Abasto (Ceda), respectivamente, se pronunciaron, sin embargo, en contra de una ley de abasto, ya que traerá más burocracia, cuando el mercado se maneja conforme la oferta y la demanda.

Todas las tiendas presionan

Las trasnacionales representan un tanque de oxígeno para muchos agricultores o bodegueros, cuando se tiene un volumen excesivo de mercancía, pues aun cuando pagan en 30 días hábiles y exigen muchas condiciones, sabes que tu dinero está seguro y nadie te obliga a firmar un contrato con ellas.

Toda empresa presiona para que les vendas barato y las tiendas de autoservicio no son la excepción, pero te ponen en la mesa sus condiciones y por fuera te piden que en una inauguración bajes 50 por ciento tu precio, y tú decides si le entras, pero hasta hay fila para convertirte en proveedor, dijeron.

Las tiendas de autoservicio son los principales compradores en el país, pero van de manera directa con el agricultor, en la Ceda compran poco y no será con un decreto como se conseguirá que el abasto se dé de una forma u otra. Sería un error caer nuevamente en paternalismos, puntualizaron.

El mercado, destacaron, determina a quién vender y los precios, así como la bondad o lo perjudicial de un programa, e impulsar nuevas leyes significaría ahorcar al productor y comercializador, beneficiándose los oportunistas o compadres de quien la concretó.

Para varios bodegueros de la Ceda, vender a las tiendas de autoservicio no es negocio, porque exigen cierto embalaje de la mercancía y te la regresen por cualquier razón cubriendo tú los gastos y tienes que entrarle con dinero y descuentos en sus ofertas o apertura de nuevas tiendas, agregó a su vez Alberto Leaño, comercializador de la Ceda.

Son cadenas, explicó, que buscan más el precio que la calidad del producto, y con cualquier pretexto lo regresan si otro proveedor se los da un centavo más bajo, ahorcándonos, pero es muy difícil regular con una ley de abasto, cuando la venta de alimentos es el gran negocio del mundo.

Más aún cuando el campo mexicano está abandonado y compran a pie de cosecha, pagando una miseria por el producto, comentó a su vez Javier García, también comerciante de esa central.