Líbano.

El ejército sirio y sus milicias aliadas tomaron completamente este jueves el vecindario de Ramouseh, importante zona en el sur de la disputada ciudad de Alepo, por donde discurría hasta hace poco el último corredor de abastecimiento de los rebeldes, informaros medios estatales y el opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).

Las fuerzas sirias cortaron el fin de semana la última ruta de suministros de los rebeldes, por la cual podían llevar alimentos y otros suministros a las áreas que controlan en Alepo, donde residen todavía unas 300 mil personas. El avance del régimen representa un duro golpe para los rebeldes, consideró el OSDH.

La agencia estatal Sana confirmó que las tropas conquistaron grandes áreas de Ramouseh y una colina cercana, además de que tomaron varias academias militares que habían arrebatado a los rebeldes.

Activistas afines a los rebeldes atribuyeron el repliegue de los insurgentes a intensos ataques aéreos rusos y a la intervención de combatientes extranjeros en apoyo al ejército.

Mientras, aviones israelíes de combate atacaron objetivos en Siria después de que un proyectil impactó en la zona que controla Israel en los Altos del Golán, indicó el ejército.

Para debatir la situación siria, el ministro del Exterior ruso, Sergei Lavrov, y el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, hablaron vía telefónica sobre una posible cooperación entre los dos países para derrotar a los grupos extremistas, señaló la cancillería de Moscú. Ambos jefes de la diplomacia se reunirán este viernes en Ginebra para ampliar las discusiones.

En otro foco de conflicto, los talibanes entraron a la ciudad de Tarin Kot, capital de la provincia afgana de Uruzgan, donde se desarrollaron fuertes combates mientras los habitantes trataban de huir.

Los talibanes atacaron edificios del gobierno y numerosos puestos de defensa de la ciudad cayeron sin combatir, dijo el vocero del Ministerio de Defensa, Doost Mohammad Nayab.

Los talibanes irrumpieron en la ciudad y luchan por apoderarse de la sede de la policía y del NDS (servicio de inteligencia), tememos que asalten la cárcel para liberar a los insurgentes, dijo Haji Bari Daad, líder tribal.

Voceros del presidente afgano, Ashraf Ghani, hicieron saber que el gobierno no dejará que Uruzgan se convierta en un santuario para terroristas.