Monterrey, NL.

Creada hace cinco años para combatir la violencia que desataron en 2010 los cárteles del narcotráfico, Fuerza Civil se ha visto envuelta en los tres meses recientes en casos de desaparición forzada, violación, homicidio, asalto, robo y otros delitos.

La corporación, cuyo modelo fue reproducido en Veracruz, Coahuila y otros estados, sufre una crisis de credibilidad.

El 31 de mayo pasado una madre de familia acusó a cuatro agentes de Fuerza Civil por la desaparición forzada de su hijo José Hebert Eloy Carranza Flores, a quien se llevaron de su domicilio en la colonia Aquiles Serdán del municipio metropolitano de San Nicolás de los Garza.

Los uniformados dejaron el cadáver de Carranza Flores en un baldío del municipio metropolitano de Guadalupe, pero el localizador satelital de la patrulla permitió constatar que los acusados fueron los últimos en ver con vida al joven.

Los policías Juan Carlos Serrato Limones, Edwin Gerardo Torres Rubio, Juan Antonio Mejía García y Fernando Romo Alcántara se encuentran recluidos en el penal de Topo Chico en espera de sentencia. Confesaron que interrogaron en la patrulla a Carranza Flores y se empezó a poner mal, hasta que murió.

Interrogado sobre este caso, el secretario de Seguridad Pública estatal, Cuauhtémoc Antúnez, respondió: No voy a contratar un sicólogo para que esté con cada policía todos los días. Los exámenes sicológicos se les realizan al ingreso y posteriormente cada dos años; así está estipulado por la Federación y tenemos que ajustarnos a esa norma.

El martes 30 de agosto el policía Sergio de la Rosa mató de un balazo en el estómago a su compañero Marco Fragoso Caro, de 26 años de edad, porque rehusó asaltar junto con él a una mujer que pasaba por el domicilio donde ambos bebían cerveza en la colonia Paseo de las Flores, en el municipio metropolitano de Apodaca.

Después del asesinato, De la Rosa alcanzó a la mujer, la amagó con la misma pistola para que subiera a su auto y la violó en un baldío. Como ella logró escapar, el policía huyó y dejó abandonado su auto. Sigue prófugo.

En esa ocasión Antúnez dijo: Lamentablemente el hecho de que tengan un examen de control de confianza no significa que vamos a comportarnos correctamente bienm (sic); por eso he dicho que la conducta humana es muy cambiante y el ser humano es muy complejo.

El domingo 4 de septiembre, elementos de Fuerza Civil acudieron a poner orden en un baile en una calle del norte de Monterrey. De acuerdo con su reporte, fueron recibidos a pedradas y botellazos por unos 30 jóvenes, por lo que dispararon al aire para ahuyentarlos.

Pero según testigos, los disparos ocasionaron la muerte de Jair Espinoza Torres, de 13 años de edad. Cuatro agentes involucrados y sus armas se encuentran bajo investigación.

El lunes 4 de septiembre se informó que el ladrón que asaltó una tienda de motocicletas el 9 de junio resultó ser un policía de Fuerza Civil. Se trata de Julio Adrián González Hernández, quien amagó a una empleada de la tienda Motocity de Monterrey y robó un par de botas y un pantalón para motocross. Fue internado en el penal del Topo Chico.

Es imposible saber cuál será el comportamiento de los policías una vez que salen a la calle, respondió Antúnez esa vez.

Para Felipe de Jesús Cantú Rodríguez, ex candidato a la gubernatura, ex diputado federal panista y ex alcalde de Monterrey, el problema de Fuerza Civil es la falta de capacidad y liderazgo de Antúnez.

La incidencia delictiva en el estado este año es similar a la de la crisis de 2010 y 2011, cuando Antúnez estaba al frente de la séptima Zona Militar y los cárteles del Golfo y los Zetas disputaban Nuevo León.

El estado fue pionero en el modelo de policía acreditable. Empezó el reclutamiento en marzo de 2011 y la primera generación de Fuerza Civil se graduó el 14 de septiembre de ese año.

La información sobre el número de efectivos es reservada, pero Fuerza Civil debía tener 14 mil elementos en 2015. Sin embargo, se calcula que sólo son 6 mil.