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Tras ocho años se vuelven a exhibir las piezas que resguarda el recinto

Ofrece el MAM una lectura más íntima de la obra de Remedios Varo
 
Periódico La Jornada
Viernes 9 de septiembre de 2016, p. 6

Mientras se desahoga el proceso para designar albacea del archivo personal de Remedios Varo (1908-1963) se podrán apreciar de nueva cuenta en el Museo de Arte Moderno (MAM) las 39 obras de la artista, una de las más destacadas representantes del surrealismo en México, mismas que fueron donadas en 2002 por Walter Gruen y Anna Alexandra Varsoviano.

Dichas obras, que ahora se agrupan con el título Remedios Varo: apuntes y anécdotas de una colección, son el acervo más completo de la pintora en un museo público.

En esta ocasión la curaduría, a cargo de Marisol Argüelles, no se centra en la interpretación y estudio del surrealismo, el exilio, el esoterismo o el sicoanálisis, sino que se desenvuelve en una lectura más íntima, la cual se articula en tres apartados temáticos: el estudio de sus firmas, datos curiosos y la historia del difícil y largo litigio que finalmente permitió que el MAM pudiera resgardar las obras.

En el primer núcleo las firmas sirven como pistas para reconocer falsos, ya que existen muchos, explica Argüelles. Remedios Varo nunca firmaba sus dibujos porque nunca los consideró obra terminada. Ella regaló muchos y se llegó a descubrir en alguna ocasión que la firma podía ser falsa, mas no el dibujo.

La pintora a veces firmaba como Remedios Lizárraga o sólo Lizárraga, cuando, aún muy joven, estaba casada con el pintor Gerardo Lizárraga. A veces firmaba sólo como Remedios, cuando regalaba un cuadro.

De igual manera se pueden apreciar en esa sección pinturas que Varo realizó para campañas publicitarias, como la farmacéutica Casa Bayer, obras que firmaba como Uranga.

Curiosidades e historias

En el apartado de datos curiosos, cada obra integra anécdotas o testimonios en torno a la creación u origen de las mismas.

Durante muchos años Alexandra Varsoviano, segunda esposa de Gruen, quien conservaba el archivo de Remedios Varo, fue fuente inagotable de información e investigación. Luego del fallecimiento de Alexandra, en octubre de 2015, y como aún no hay acceso a ese archivo, se decidió recuperar los datos, testimonios e investigaciones que otros curadores, críticos y especialistas han realizado en torno a la obra de la reconocida pintora, no para hacer una exposición sustentada en la interpretación de su obra, sino para hacer una muestra con base en lo que Miguel de Unamuno denominó intrahistoria, la cual propone asomarse a los hechos subhistóricos, por encima de los grandes acontecimientos, comenta la curadora.

La idea es compartir esos pequeños y curiosos datos y comentarios que la propia autora expresó o que el investigador o el historiador recopiló durante su trabajo y que se conocen poco.

Así, de nueva cuenta el público tendrá oportunidad de apreciar obras como La huida, Vagabundo, Mujer saliendo del psicoanálisis, El gato helecho, Guajolote navideño, El alquimista, Las almas de los montes, La calle de las presencias ocultas, Gato hombre, El paraíso de los gatos, La ruleta, Creación de las aves, El flautista y Música de bosque, éstas dos últimas consideradas un par de joyas de la colección. Se puede conocer el único autorretrato que pintó Varo, el cual es reconocido oficialmente como tal.

El flautista es una pieza interesante no sólo porque se trata de una obra técnicamente extraordinaria, asociada a las formas surrealistas, pero sobre todo al esoterismo, aunque nunca perteneció a un grupo esotérico. Varo hace alusión en esa pintura a un flautista que construye una torre octagonal, que simboliza la teoría de las octavas, una de las más relevantes en las enseñanzas esotéricas, que permite el estudio del universo, explica Argüelles.

Por otra parte se encuentra el dibujo Música del bosque, única pieza que no se convirtió en óleo, debido a la muerte de Remedios Varo, en 1963.

Parte inicial del acuerdo de donación, concluye la también subdirectora del MAM, es que las obras se exhibieran de manera permanente. “Sin embargo, son dictaminadas por el Centro de Conservación del Instituto Nacional de Bellas Artes y no hay obra que resista tanto tiempo en exhibición. Se recomienda que descansen, por lo que hacemos una muestra cada determinado tiempo.

Estamos a la espera del proceso que designe una albacea del archivo personal de Varo, comentó la funcionaria. Sabemos que es un proceso delicado y muy largo, pues se tiene que corroborar que la última voluntad de Anna Alexandra Varsoviano sea la designación de un albacea.

La última ocasión en que se presentaron en el MAM los 39 óleos y dibujos fue en 2008. Según el catálogo razonado están registradas unas 364 obras realizadas por Remedios Varo.

Remedios Varo: apuntes y anécdotas se exhibe en el Museo de Arte Moderno (Paseo de la Reforma y Gandhi, primera sección del Bosque de Chapultepec). Concluirá en febrero de 2017.