Para tener investigaciones eficaces y creíbles en los casos de tortura y desaparición forzada en el país es fundamental la supervisión de organismos internacionales, que realicen su tarea en el lugar y en tiempo real, aseguró Vidulfo Rosales, abogado de los padres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, Guerrero.

“Ojalá se diseñaran estos mecanismos internacionales para que pudieran realizar los monitoreos y acompañamientos a esta tarea en el país, como lo hizo el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) en el caso Iguala”, enfatizó.

Al participar en la segunda mesa del Foro sobre Tortura y Desaparición Forzada, el litigante señaló que en la definición del mecanismo especial de seguimiento a las recomendaciones del GIEI, los padres y sus representantes todavía están en negociaciones con el gobierno federal, que se resiste a aceptar varios puntos que han sido planteados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Insistió en que la supervisión internacional resulta fundamental para avanzar en estos casos, pues el GIEI, en su momento, corrió hipótesis y coadyuvó de manera cercana con las autoridades, lo cual generó confianza entre familiares y credibilidad a las investigaciones.

Expuso que una de las actuales divergencias para definir las características que debe tener dicho esquema de seguimiento, es que el gobierno federal pretende reducir el mecanismo al tema de Ayotzinapa, sin observar los asuntos estructurales en materia de justicia.

Destacó que desde el primer informe del GIEI y como parte del mismo acuerdo firmado entre el Estado mexicano y el CIDH, se acordó una serie de recomendaciones estructurales respecto a la procuración de justicia, la búsqueda de los desaparecidos y la atención a las víctimas, entre muchas otras cosas.