Tijuana, BC.

Las elecciones intermedias de Baja California tuvieron una tendencia de nueva cuenta al abstencionismo, toda vez que el domingo en las casillas se registró poca afluencia de votantes. En la entidad se sufragó para renovar las presidencias municipales y el Congreso estatal.

La poca participación fue detectada por organismos electorales y partidos; además, la Iglesia católica advirtió que el sufragio es un deber, una obligación moral, que el no hacerlo tiene calidad de pecado, porque significa irresponsabilidad.

En su homilía dominical, el arzobispo de Tijuana, Rafael Romo Muñoz, advirtió a sus feligreses que no hicieran berrinche si no hubo los resultados esperados.

Reconoció que no se vieron casillas nutridas de electores y advirtió que es esperanzador el hecho de que ahora haya candidatos independientes, ya que manifiesta apertura. El mayor número de incidentes fue por la tardanza para abrir las casillas, aunque el Instituto Estatal Electoral de Baja California calificó la situación de normal.

Las acusaciones entre dirigentes priístas y del blanquiazul fue una constante en la jornada electoral, cuyo Programa de Resultados Electorales Preliminares empezó a tener registros tardíos.

Una hora después del cierre de casillas, panistas y priístas se declararon ganadores de la elección con información de encuestas de salida, cuya autoría no revelaron.

En tanto, la candidata del Partido de Baja California a la alcaldía de Mexicali, Elvira Luna, denunció que agentes de la Policía Estatal Preventiva realizaron detenciones arbitrarias de electores cuando se dirigían a sus casillas electorales en secciones del distrito cinco del Valle de Mexicali.