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De 40 años y con un ojo dañado enfrenta este sábado al Maromerito

No quedaré a deber nada a la afición, dice Margarito en su regreso al cuadrilátero
 
Periódico La Jornada
Sábado 5 de marzo de 2016, p. a11

En su regreso al cuadrilátero tras un retiro de más de cuatro años, a sus casi 40 de edad y con el ojo derecho visiblemente afectado por desprendimiento de retina que requirió anuencia médica, Antonio Margarito se reportó listo para enfrentar esta noche a Jorge Maromerito Páez, en una contienda para la que el veterano de Tijuana y el joven de Mexicali libraron la báscula en peso junior.

Hay que esperar un triunfo, daré lo mejor de mí a toda la afición, quiero agradecer a la gente que me ha apoyado, no quedarles a deber nada. Estamos listos para regresar y la adrenalina está bien arriba, a ciento por ciento, sostuvo el Tornado tras librar la báscula con 69.700 kilogramos, peso que, aseguró, no le costó trabajo dar gracias a que su suegra le cocina sin grasa.

La última aparición de Margarito fue el 3 de abril de 2011 en el Madison Square Garden de Nueva York, en un combate de revancha ante al puertorriqueño Miguel Cotto, quien le propinó una paliza un poco más leve que la que un año antes sufrió en Dallas ante Manny Pacquiao.

El filipino ya lo había dejado con un severo daño en el ojo derecho, con lesión en el hueso orbital y desprendimiento de retina que desde entonces se ha tratado en Estados Unidos.

“Estoy contento por regresar, todos saben que le peleo a cualquiera y a eso vine, a demostrar que puedo ser campeón del mundo y volver a tener esas grandes contiendas. Me encuentro bien física y mentalmente, mejorado técnicamente y no creo que deba tener problemas para ganarle al Maromitas”, aseguró Margarito, quien la mayor parte del tiempo se cubre con lentes oscuros la colocación de un pupilente.

Páez considera a Margarito un grande y no desestima su edad y condición: Es un peleador de máximo nivel y me llena de orgullo representar una pelea digna de gran combate. Sé el peleador que es y no me confío. Yo hice mi preparación lo mejor que pude y le eché muchísimas ganas porque sé que tengo a un león enfrente, dijo Páez, quien libró la báscula en 69.500.