San Salvador.

Los homicidios en El Salvador se dispararon 120 por ciento en los dos primeros meses del año ante la persistente guerra territorial que libran las pandillas, consideradas responsables de la alta criminalidad en el país, que lo coloca como uno de los más peligrosos del mundo.

La policía informó este miércoles que se cometieron mil 399 homicidios en el primer bimestre, frente a 643 del mismo lapso el año pasado, en la peor ola de violencia desde la guerra civil que azotó al país centroamericano.

Tenemos una cantidad de homicidios que promedian 23.3 (diarios en 2016), dijo el director de la policía, Howard Cotto, en conferencia de prensa. En tanto, la tasa de homicidios hasta el año pasado fue de 104 por cada 100 mil habitantes, de acuerdo con estadísticas de la Organización de Naciones Unidas.

Las autoridades atribuyen el incremento a los combates entre pandillas, conocidas como maras, cuya disputa por el control de la venta de droga y las extorsiones en barriadas hizo que 2015 cerrara con cifra récord de 6 mil 600 muertes violentas.

El presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, anunció que su gobierno destinará a finales de marzo 11 millones de dólares a reforzar la lucha contra la inseguridad y la violencia, y que se contratarán 100 nuevos fiscales para tareas específicas de los programas de seguridad.

Asimismo, dijo que 5.5 millones de esa partida se destinarán a un bono trimestral de 150 dólares a 24 mil policías, 13 mil soldados y mil 100 custodios involucrados en las tareas de seguridad pública.

Mientras, la Iglesia católica local anunció un conjunto de actividades para recordar el 36 aniversario del asesinato del arzobispo Óscar Arnulfo Romero, cometido durante la pasada guerra por un sicario de ultraderecha el 24 de marzo de 1980.

A su vez, jesuitas salvadoreños pidieron este miércoles evitar acciones que impidan hacer justicia por el asesinato de seis sacerdotes de esa organización y dos colaboradoras en 1989, por el cual España reclama a 17 militares retirados.

La reacción de la comunidad jesuita surge luego que en días pasados, diversos sectores de El Salvador se pronunciaran contra una eventual extradición a España de los militares retirados a los que se señala de estar vinculados al crimen.