Opinión
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Dinero

Pulverizó la devaluación al salario

Liconsa podría bajar la leche

Frenan producción de petróleo, pero...

Astillero

La excepcionalidad de Ayotzinapa

Maquinaciones gubernamentales

Defender informe GIEI

Necesaria, solidaridad de Francisco

Enrique Galván Ochoa
Julio Hernández López
Bajo la lupa

Banco Mundial, Morgan Stanley, Citigroup e Israel, detrás de la privatización del agua de México

Cuba-EU: cielos abiertos
L

os gobiernos de Cuba y Estados Unidos firmaron ayer en La Habana un acuerdo en materia de aviación civil que permitirá reanudar los vuelos comerciales regulares entre ambos países, tras más de medio siglo del veto aéreo impuesto por Washington a la isla.

Alfredo Jalife-Rahme
El Correo Ilustrado

El diablo no perdona a México

P

ara el papa Francisco los responsables de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa son el diablo, y el remoto Estado laico, una especie de pecado original. El diablo no perdona a México, le tiene bronca, por haber sido escogido por la Virgen de Guadalupe. El Estado laico renegó de ese privilegio, y el diablo se la cobró con tanto conflicto grave como la persecución religiosa y los mártires que generó. También con la desaparición de los normalistas. Conclusión: regresemos al Estado confesional y la paz reinará en nuestro país. Ahora nos queda claro por qué no recibió a los padres de Ayotzinapa: ellos no pueden expiar ese horroroso pecado original. Más allá del fresco y desparpajado lenguaje, la entrevista con Valentina Alaz­raki, del 13 de marzo de 2015, cuya versión en Youtube se encuentra en youtube.com/watch?v=toU239Bg0LM, pinta de cuerpo entero al papa Francisco en su política de intolerancia religiosa. También el documento que firmó en La Habana con Kiril, el líder ortodoxo ruso.

Visita Papal
Francisco y la laicidad del Estado en México
L

a clase política mexicana en verdad es patética. Se presenta toda perfumada a Palacio Nacional, recibe serios señalamientos del Papa, el mensaje resbala de inmediato y lo único que interesa a la mayoría es aproximarse al personaje, tomarse una foto, estrecharlo y estar cerca del líder religioso. Velasco, el gobernador de Chiapas, se inclina y le besa el anillo; la acción es calificada de imprudente, sobre todo cuando preside la entidad con mayor diversidad religiosa en el país. Esta actitud ha despertado críticas y preguntas sobre la vigencia del Estado laico. Máxime cuando el presidente Enrique Peña Nieto, en su mensaje protocolario ante el Papa, reitera el carácter laico del Estado: la importancia de tener un Estado laico, como lo es el Estado mexicano, que al velar por la libertad religiosa protege la diversidad y la dignidad humana. Sin embargo, al despedirse del pontífice con su pueblo expresa: En las calles, en los estadios que visitará, se encontrará con un pueblo generoso y hospitalario; con un pueblo orgullosamente guadalupano. Pueblo es una categoría tajante que abarca a todos. ¿Dónde quedan los más de 20 millones de mexicanos que no son guadalupanos? Estamos hablando de una población que abarca varios países centroamericanos juntos, al doble de las poblaciones de Paraguay y Uruguay juntos. ¿No son pueblo por el hecho de no ser guadalupanos? Más que criticar un desliz o una debilidad conceptual, el tema ameritaría una reflexión mayor. No se trata sólo de que los políticos y funcionarios públicos asistan a misa. Incluso transgrediendo lo establecido por la ley de asociaciones religiosas y culto público. Unos días previos a la visita, el diputado Zambrano Grijalva sugirió a las autoridades de los tres niveles de gobierno tener cuidado con cruzar los límites de la buena convivencia y la preservación del Estado laico, pues en el afán de estar a tono con la visita del jerarca católico podrían infringir la ley. Felizmente con sensatez, el papa Francisco declinó comparecer ante el Poder Legislativo, petición de un nutrido grupo de diputados y senadores. Todo ha sido en vano: la fiebre religiosa de los políticos es ya una epidemia altamente contagiosa.

Bernardo Barranco
España, febrero de 1936: punto de inflexión
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n un 16 de febrero de hace 80 años, España se fue a dormir con un gobierno re­publicano derechista, y amaneció con otro izquierdista. El país luminoso de Federico García Lorca, el cante jondo y Pablo Picasso se había impuesto sobre el de la Contrarreforma y el retratado en las pinturas negras de Francisco de Goya y José Gutiérrez-Solana.

Francisco y los obispos mexicanos
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as palabras y conceptos del papa Francisco fueron tajantes y sobran quienes las han interpretado como un regaño a los obispos del país. El sábado en la catedral Metropolitana el líder de la Iglesia católica romana hizo una larga exposición sobre lo que deben evitar los dirigentes eclesiásticos y subrayó cuál debería ser la forma de ejercer su ministerio.

José Steinsleger
Carlos Martínez García
El pinchi poder
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sta famosa versión del mando político marca, de manera estelar, una tan sui generis como extendida manera de categorizarlo por, al menos, buena parte de los priístas. En ello se implican tanto el uso personalizado, partidista y patrimonial tanto de los recursos públicos como de muchos otros factores acompañantes. Hay, en la trastienda de esta reveladora expresión, el extendido sentimiento y la completa seguridad de que las consecuencias derivadas quedarán en la más rotunda impunidad. Se piensa que no habrá castigo alguno por los excesos posibles. La sola voluntad del poderoso bastará para su debida utilización y salvedad. Contará, eso sí, la eficacia de su empleo. De esta descarnada manera se ha operado por años y, de esta manera se podrá seguir manteniendo el pinchi poder según certificado registro del ex gobernador veracruzano (FHB).

Juárez, ahora la caravana de Bergoglio
L

a primera vez que alguien me pidió un boleto para ver al papa Francisco lo tomé como una ocurrencia graciosa, pero después de algunas semanas me di cuenta de que la gente me hablaba en serio cuando me preguntaba por los detalles de la visita papal. Entre mis amigos se encuentran el padre Óscar Enríquez, fundador del Centro de Derechos Humanos Paso del Norte, y el ex sacerdote Alberto Athié, luchador incansable contra la pederastia clerical. Sin embargo, no soy creyente y no tengo cercanía con la cúpula de la Iglesia, así que las preguntas que me hacían sobre cuestiones organizativas me parecían improcedentes. Conversé de esto con otros activistas y me compartieron que habían tenido experiencias similares. Entonces me di cuenta de que la gente tiene la percepción de que el Papa se dirige a Juárez desde Roma para encabezar una jornada de protesta, como una suerte de Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad, como la que realizó en 2011 Javier Sicilia, pero ahora a escala global. En aquella ocasión Miguel Ángel Granados Chapa caracterizó dicha caravana como una suerte de foro itinerante. El recorrido de Francisco por algunos lugares de México es visto por muchos como tal. Incluso una carta dirigida al Papa por varias organizaciones sociales de Ciudad Juárez se llama Bienvenido al epicentro del dolor, la esperanza y la resistencia. Esa es la razón por la cual algunos preguntan sobre los detalles de la visita a quienes identifican con la organización de marchas y protestas. Y también por eso mucha gente quiere estar cerca para decir algo a Francisco, o para escucharlo decir algo que los valide en su dolor, pero también en su esperanza y en sus luchas cotidianas. Contra los pronósticos iniciales de las autoridades, la visita del Papa se ha convertido en acto de agitación política que ha tenido ya un impacto importante en la configuración de una suerte de mapa de la indignación.

Luis Linares Zapata
Willivaldo Delgadillo*
Tasas de interés negativas: las nuevas guerras cambiarias
U

n número importante de bancos centrales ha adoptado una política de tasas de interés negativas. Esto es algo casi sin precedentes en la historia del capitalismo y puede inaugurar cambios profundos en el funcionamiento de la política monetaria.

Las batallas de la ortografía
S

e reconoce a la lengua francesa por su claridad y precisión, y hubo una época en que se impuso como la lengua de los intercambios internacionales y diplomáticos del mundo occidental. Pero no es una lengua que se domine con facilidad. Quizás una de sus dificultades principales es su ortografía.

Alejandro Nadal
Vilma Fuentes